VICENT, SIEMPRE VICENT.

'EL AMOR ES LO ETERNO Y NO LO AMADO'

Desde que lo leí por vez primera se me hizo imprescindible; desde su última de los domingos de EL PAIS, pasando por sus reportajes de verano y en el dominical del mismo periódico, desde hoteles donde vivieron escritores, o lugares insólitos, o de poetas y gente maldita, hasta sus libros de memorias -casi todos de su memoria. Sí, ese espejo interior en el que tanto se mira siempre y ese género literario que tanto amo... Hablo de Manuel Vicent... 

Y re-leo:

"... -Marisa, yo te quiero.
-Yo a ti también -contestó ella muy resuelta.
Mil veces había ensayado yo esa declaración de amor en la oscuridad del cine Lys, mil veces había soñado con esa respuesta. Probablemente a Marisa le había sucedido lo mismo. Ahora la tenía en mis brazos. Sonaba la música, a través del jardín se veía el mar y en ese momento me encontré absolutamente feliz y totalmente perdido.
Todo sucedió mientras sonaba el cha cha cha de Patricia. Cuando terminó esa melodía quería abrazarla y huir, pero le dije:
-Marisa, me voy con mis amigos. Cuando llegue en octubre a Valencia te llamaré.
-Está bien -dijo con una sonrisa.
No me atrevía a llamarla. Andaba loco detrás de ella sin querer encontrarla, buscándola y huyendo de ella, hasta que llegó mayo y una mañana pasó por delante de mí sentada en la jardinera que iba a la Malvarrosa. La última vez que vi a Marisa fue en aquella jardinera del tranvía, que yo perseguí hasta perder el resuello. A partir de aquel momento, jadeando abrazado al tronco de una acacia, renuncié a ella para siempre como un ideal inalcanzable. No la volví a ver hasta después de muchos años. Fue mi primer amor y a medida que me fui haciendo adulto se multiplicó en las mujeres que amé, porque el amor es lo eterno y no lo amado. Un día escribí su historia, llamada TRANVÍA A LA MALVARROSA..."

MANUEL VICENT (Verás el cielo abierto. Alfaguara. Madrid 2005)