Mi manera de celebrar durante esta semana aquel 25 de abril de mi Portugal querido es oír sus músicas y leer a sus poetas...
Quizás este sea el fado más desgarrador que se pueda oír; yo reconozco que siempre que lo oigo me conmueve y estremece como la primera vez que lo oí...
'Por una lágrima tuya, ¡qué alegría!, me dejaría matar'...
Quizás este sea el fado más desgarrador que se pueda oír; yo reconozco que siempre que lo oigo me conmueve y estremece como la primera vez que lo oí...
'Por una lágrima tuya, ¡qué alegría!, me dejaría matar'...
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