martes, 8 de abril de 2014

ESPAÑA SIGUE SIENDO FRANQUISTA

Por lo visto, en ningún país desarrollado y democrático del mundo hay aforamientos de ningún tipo para los jefes de estado, ni para el gobierno ni para los diputados o senadores, nacionales o autonómicos, salvo las dictaduras.

Por lo visto, en ningún país desarrollado y democrático del mundo han atado de pies y manos a la judicatura para que la impunidad campe por el espacio de los poderosos tanto del mundo económico como político, salvo en los países fallidos donde reina lo amoral.

Por lo visto, en ningún país desarrollado y democrático del mundo "han comprado" a las empresas periodísticas y a sus plumillas para vociferar al poder, intentando así protegerlo de todo ataque crítico de la ciudadanía, salvo en los países donde impera el poder absoluto de un dictador.

Por lo visto, en ningún país desarrollado y democrático del mundo se mantiene un gobierno cuyos miembros principales presuntamente han recibido sobresueldos en dinero negro procedente de empresarios que intentan comprar su voluntad política, salvo en aquellos estados pre-democráticos donde impera la impunidad de los poderosos ante todo tipo de delito.

Por lo visto, en España sí. Es decir, España es un país pre-democrático, donde impera el poder absoluto de unos señores que presuntamente han cometido un delito fiscal y moral (aunque los perdone Rouco); que no quiere prensa libre y la que gestionan como pública es más bien privada de ellos; que ha acabado con la independencia del poder judicial y con la división de poderes (el legislativo es un circo con payasos); y donde se practica la impunidad total con los afamados y asombrosos aforamientos de los poderes públicos...

En suma, España es un país fallido y sigue siendo una dictadura; o dictablanda, como los últimos años del franquismo; sí, España es franquista...

¡Qué asco de país!

1 comentario:

  1. no hay más que ver a la generación que hoy tiene 50-60 años. Rollo progre en su juventud y a su madurez muestran sin disfraces su verdadero rostro retrógrado, han sido una generación salvajemente individualista y agresiva, siempre hablando mal del resto de españoles, ellos los más listos, y alardeando de propiedades, casas, coches, ropa. Pobre gentecilla que ha hipotecado el presente y futuro de sus hijos.

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