Leo a Vergílio Ferreira (Melo, 1916-Lisboa, 1996), otro grande que persigo, en este hermoso y luminoso día que quisiera estar en Lisboa, en Portugal, celebrando aquel 25 de Abril...
El puente de Salazar, el espectacular puente que atraviesa el más bello estuario de Europa, cuando el Río Tejo llega al mar, y que une Almada con Lisboa, pasó a llamarse Ponte 25 de Abril, como se llama hoy, y al que no he dejado nunca de dibujar, de contemplar y de cruzar desde entonces; quizás sea ese necesario puente la más hermosa metáfora de mi unión con aquella ciudad y aquel país que amo y peregrino; una ciudad que hace 40 años se inundó de claveles rojos para callar a los miserables que nos quisieran aún hoy mudos, cojos y ciegos... Y nos dice:
"¿Qué has venido a hacer en la vida? Felices los que lo saben, principalmente si no lo sabían. No has venido a hacer nada, no has tenido ninguna finalidad, en la ignorancia de desconocerlo. Te dieron este juguete, con él te has entretenido y pronto te lo van a quitar de las manos sin darte explicaciones. Porque durante la vida únicamente tuviste la vida, posiblemente, con muchas dificultades para tenerla. ¿Pero, para qué? No existe ningún para qué, como en nada de lo que existe. Naturalmente has ido haciendo cosas para ir teniendo motivos de existir. Pero sus para qué se quedaron en ellas, porque no fueron nada más. Incluso así, ¿habrás colaborado con el universo? ¿Tu vida se ha integrado en la economía por la que hay seres vivos desde el homo sapiens hasta el gusano? No te sientas desconcertado por no saberlo. O no te humilles en ese desconcierto, exáltate de gloriosa exaltación contra la oscuridad de tu inconsciencia."
VERGILIO FERREIRA. Pensar. Acantilado. Barna. 2006
El puente de Salazar, el espectacular puente que atraviesa el más bello estuario de Europa, cuando el Río Tejo llega al mar, y que une Almada con Lisboa, pasó a llamarse Ponte 25 de Abril, como se llama hoy, y al que no he dejado nunca de dibujar, de contemplar y de cruzar desde entonces; quizás sea ese necesario puente la más hermosa metáfora de mi unión con aquella ciudad y aquel país que amo y peregrino; una ciudad que hace 40 años se inundó de claveles rojos para callar a los miserables que nos quisieran aún hoy mudos, cojos y ciegos... Y nos dice:
"¿Qué has venido a hacer en la vida? Felices los que lo saben, principalmente si no lo sabían. No has venido a hacer nada, no has tenido ninguna finalidad, en la ignorancia de desconocerlo. Te dieron este juguete, con él te has entretenido y pronto te lo van a quitar de las manos sin darte explicaciones. Porque durante la vida únicamente tuviste la vida, posiblemente, con muchas dificultades para tenerla. ¿Pero, para qué? No existe ningún para qué, como en nada de lo que existe. Naturalmente has ido haciendo cosas para ir teniendo motivos de existir. Pero sus para qué se quedaron en ellas, porque no fueron nada más. Incluso así, ¿habrás colaborado con el universo? ¿Tu vida se ha integrado en la economía por la que hay seres vivos desde el homo sapiens hasta el gusano? No te sientas desconcertado por no saberlo. O no te humilles en ese desconcierto, exáltate de gloriosa exaltación contra la oscuridad de tu inconsciencia."
VERGILIO FERREIRA. Pensar. Acantilado. Barna. 2006
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