domingo, 5 de enero de 2014

LA PODREDUMBRE MORAL DE ESPAÑA

Hace tiempo (está en la literatura toda) que los españoles somos pancistas, pícaros, fulleros y bárbaros, con la excepción de algunos quijotes, locos, artistas, 'endemoniados' y 'peligrosos' para el sistema y fuera de serie... Y sigue siendo impensable que en este nuestro país se siga permitiendo la salvajada anual de El Toro de la Vega, por poner un ejemplo de tantos por esos pueblos de dios donde la barbarie es uso y costumbre en forma de lo que llaman tradición inamovible; esos pueblos donde apenas nada de riqueza y con alcaldes del PP: ¿cómo se entiende que haya alcaldes conservadores en pueblos donde sólo hay miseria?. Y es que, lo comentaba el otro día, aquí no hubo nunca una revolución burguesa: no rodaron cabezas; no hubo guillotinas... Y para colmo, fracasó la República (el intento más preclaro de iniciar un proceso de modernización y normalización democrática) y se impuso un régimen fascista que aún no ha sido superado ni condenado "comm'il faut" (España, sociológicamente es franquista: se es impune a muchos delitos de los poderosos, que, además cuentan con apoyo social; y donde los IVA ocultos de servicios del que todos participamos, y tantos y tantos ejemplos de desarticulación y solidaridad pre-democráticos); y aquel régimen sentó las bases (no sólo las americanas) de una economía de servicios turístico-ladrillera que ha fracasado en burbuja y con una deuda externa de caballo (España no ahorró lo suficiente para las inversiones excesivas en ladrillo y se financió con ahorro externo: debemos más de tres veces lo que producimos, y, además, al extranjero; y sin poder devaluar la moneda). Eso creó una economía especulativa donde todos éramos propietarios -y víctimas y verdugos- y que en el fondo, hizo más conservadoras a las clases medias al hacerlas propietarias de bienes que se revalorizaban a diario; y donde no se avanzó en educación, en moral; es decir, seguíamos siendo pícaros, fulleros, bárbaros y permisivos con el delito...
Y el PP lo sabe; como sabe que el miedo a perder lo que conservamos nos paraliza, asusta y desmoviliza... Y con esos elementos, con esta verdad, se ríe a diario de nosotros, a sabiendas de nuestra podredumbre moral y estética...

Eso sí, deseémonos una feliz víspera de Reyes Magos...

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