He seguido un debate interesante de amigos sobre el papel del intelectual y su compromiso (o no) social y político para con el mundo en el que vive... Y quiero aprovechar para dejar dos ideas que siempre me han acompañado al modo 'hechuras': las formas de ser y estar en el mundo a las que siempre aspiré y aspiro, y que forman parte de mi actitud profesional y vital...
Y así, si no concibo a un escritor, un pintor, un arquitecto, un pensador, un artista en general sin un mínimo de sensibilidad -por mucho oficio técnico que tenga de su quehacer-, tampoco concibo que esa sensibilidad no le lleve a rechazar el mundo en el que vive y, consecuentemente, adquirir un nuevo compromiso de necesidad de cambiar las cosas y de solidaridad para con los más desfavorecidos de la sociedad...
De lo contrario, sólo esteramos ante un buen escritor, pintor, arquitecto, artista, profesional de lo que sea, pero no ante un verdadero intelectual y hombre de bien, ese estado al que siempre aspirar y donde se sublima lo animal, lo que nos hizo 'humanos' a lo largo de la historia.
En suma: nunca he entendido cómo se puede llamar intelectual a un hombre de derechas, eso que muchos dicen ser; o, aprovechando que el Pisuerga no pasa por aquí pero lleva agua, cómo se puede ser nacionalista y de izquierdas: los territorios, las fronteras, las patrias y las banderas, forman parte de la esclavitud que impusieron los poderosos, del animal que somos, pero nunca del hombre al que aspiro...
P.S.
Decía anteriormente que los territorios, las fronteras, las patrias y las banderas, forman parte de la esclavitud que impusieron los poderosos, del animal que somos, pero nunca del hombre al que aspiro... Y quisiera aclarar que no me refiero sólo a los debates de los nacionalismos periféricos; me refiero, y sobre todo, al nacionalismo españolita: el peor nacionalismo hoy por hoy en España es el español, que no termina de asumir que hay muchas Españas...
La única solución es el federalismo.
Y así, si no concibo a un escritor, un pintor, un arquitecto, un pensador, un artista en general sin un mínimo de sensibilidad -por mucho oficio técnico que tenga de su quehacer-, tampoco concibo que esa sensibilidad no le lleve a rechazar el mundo en el que vive y, consecuentemente, adquirir un nuevo compromiso de necesidad de cambiar las cosas y de solidaridad para con los más desfavorecidos de la sociedad...
De lo contrario, sólo esteramos ante un buen escritor, pintor, arquitecto, artista, profesional de lo que sea, pero no ante un verdadero intelectual y hombre de bien, ese estado al que siempre aspirar y donde se sublima lo animal, lo que nos hizo 'humanos' a lo largo de la historia.
En suma: nunca he entendido cómo se puede llamar intelectual a un hombre de derechas, eso que muchos dicen ser; o, aprovechando que el Pisuerga no pasa por aquí pero lleva agua, cómo se puede ser nacionalista y de izquierdas: los territorios, las fronteras, las patrias y las banderas, forman parte de la esclavitud que impusieron los poderosos, del animal que somos, pero nunca del hombre al que aspiro...
P.S.
Decía anteriormente que los territorios, las fronteras, las patrias y las banderas, forman parte de la esclavitud que impusieron los poderosos, del animal que somos, pero nunca del hombre al que aspiro... Y quisiera aclarar que no me refiero sólo a los debates de los nacionalismos periféricos; me refiero, y sobre todo, al nacionalismo españolita: el peor nacionalismo hoy por hoy en España es el español, que no termina de asumir que hay muchas Españas...
La única solución es el federalismo.
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