EL ACOSO
Estar triste es un hecho.
Comerse la tristeza es un acto.
Entre el acto y el hecho pasan
una luna infantil y un libro
blanco donde
maquillaron la palabra dolor.
Ahora parece un fruto, una
casualidad o esperanza, isla
sola en el suelo.
Al fondo se ve el vértigo
de pájaros anónimos que matan
olvidos de la compunción.
No van más lejos
que el nacimiento de un delirio.
Alguien habla en la copia de mí
y hace ruido un temblor acosado.
JUAN GELMAN
Estar triste es un hecho.
Comerse la tristeza es un acto.
Entre el acto y el hecho pasan
una luna infantil y un libro
blanco donde
maquillaron la palabra dolor.
Ahora parece un fruto, una
casualidad o esperanza, isla
sola en el suelo.
Al fondo se ve el vértigo
de pájaros anónimos que matan
olvidos de la compunción.
No van más lejos
que el nacimiento de un delirio.
Alguien habla en la copia de mí
y hace ruido un temblor acosado.
JUAN GELMAN
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