lunes, 16 de junio de 2008

LA ESPAÑA RANCIA

La España rancia, pasional, asesina, la de los maltratadores (ahora se entiende el maltrato a las mujeres: más de uno ve en ellas a un toro, y su casa es el ruedo...¡a ver quién puede más!) está en alza...
Y para ver este alzamiento y exaltación de la España decimonónica se llegaron a pagar 3.000 €, estando en primera línea de fuego (muerte) grupos mediáticos que se las dan de modernos y progresistas (el grupo Prisa amenaza con mejores retransmisiones de los encierros de Pamplona, tras un mayo madrileño de éxito social-económico-político; al parecer nos van a enseñar la cornada al tonto borracho americano -que le entra por el costado y le sale por un ojo- veinte veces, y con ochenta cámaras lentas...), o cantantes, artistas e intelectuales que ahora han descubierto el arte donde siempre hubo miseria: los españoles se hacían toreros para salir del hambre..., y como decía Muñoz Molina en el último "Babelia", ahora van de poetas...
Yo llegué a amar las corridas; pero entonces los toros eran realmente bravos y podían defenderse, amén de un inevitable acercamiento para poder mejor analizarlo... Pronto, como ahora, el clan que manda en lo que llaman fiesta, seleccionó ganaderías y ganaderos para producir toros mansos (¿os habéis preguntado desde cuándo no muere un torero en la plaza?; desde Paquirri, y ya hace años, y murió por falta de medios de la plaza; antes moría al menos uno por año), a los que maltratan en exceso y son tan mansos que no pueden defenderse... Y además, España creíamos que, como también decía Muñoz Molina, había entrado en la modernidad y en el desdén hacia lo bárbaro...
¡Estábamos tan equivocados!... España se ha instalado en una permanente regresión cultural y en la barbarie, donde los intelectuales, artistas, cantantes y grupos mediáticos que se dicen progresistas, abanderan la España más rancia. Y como eso está de moda, ahora entendemos por qué, por ejemplo, en la feria de Málaga en agosto vemos a los politicos locales (alcaldes, presidentes de diputaciones, senadores, delegados del gobierno, diputados...) en el callejón de la plaza, como antiguamente se veía al gobernador civil franquista acompañado de sus queridas a las que llamaba sobrinas, amén del alguacilillo que lo metió su padre de funcionario en la plaza, un puestesito fijo, que el pobre estaba mu malito pa trabajá...
¡PAÍS!... ¡QUÉ ASCO!...

ELPAIS.com

José Tomás en su primer toro