domingo, 29 de junio de 2008

CRONICAS GALLLEGAS (1)

CRONICAS GALLEGAS (1) 24 de junio de 2008. Poio

Tras la primera noche en Poio -en San Salvador de Poio, encima de la ría de Pontevedra, por detrás del Monasterio de Poio, y presidiendo las playas de Lourido-, al fin el reencuentro, a través de la ría, con Pontevedra... Y tras dejar la roadster en el garaje, pisar las calles de la ciudad más coqueta del noroeste español, con sus veladores, sus decentes mobiliarios urbanos, sus agradables calles peatonales y su gente, siempre digna y discreta -y más educada que por el sur-, me producen siempre un sentimiento de bonanza, de sosiego y de tranquilidad, que tanto necesito...
Para el aperitivo, ya había quedado en el Carabela con la niña gallega con nombre de diosa griega, que me trajo una flor de pétalos de jabón...
Y allí, tras un espléndido vermut rojo con sifón, en un bellísimo día sin calor y con sol, empecé a sentir lo hermosa que es la vida cuando se sabe (o se puede) disfrutar de las pequeñas cosas que nos ofrece a diario...