Nunca el arte fue fuerte; es melancólico, y por tanto, débil. Además, siempre fue escaso; por eso tiene tanto valor, porque no abunda: una vez más, el principio de la escasez...
Claro que, por su alto valor, sólo puede ser adquirido, que no vivido, por los poderosos, por los eficientes, "comm´il faut": por los que siempre ganan y tienen poder para ganar...
Hoy ha perdido, una vez más, la artística y melancólica Portugal, en cuartos de final de la Eurocopa de Futbol, frente a la todo poderosa -y siempre eficaz- Alemania: el arte sucumbe, una vez más, frente al poderoso que siempre adquiere la obra...
Y para desgracia del poderoso, pues para él la obra de arte no es más que una conquista más adquirida en el mercado, nunca sabrá cual es el verdadero valor de una obra de arte; porque sólo el artista sabe cuánto disfrutó (y sufrió: para crear, se sufre en serio) realizando aquella su bellísima obra.
Y para desconsuelo del artista, que ve cómo su bellísima obra sólo es objeto de deseo por su valor, no por su belleza, y sabiendo además, que el adquiriente, el ganador, nuncanojamas sabrá apreciarla como lo que es, arte, no objeto para vanagloria y ostentación de su poderío...
El fútbol como metáfora: la eficiente y poderosa Alemania, le gana a la artística y melancólica Portugal...
¡Emocionante y espléndido partido de fútbol!; como la vida misma...
