21 DE JUNIO DE 2007

Cuando esta tarde se inicie el verano propiamente dicho, los socialistas navarros, por indicación de ZP, estarán a punto de aplazar un problema hasta después de las generales, que tal y como está el patio, me temo que se tienen que adelantar a octubre. Y me refiero a que no van a pactar, por ahora, con Nafarroa-Bai, y sí lo harán tras las elecciones, como diciendo, ahora no, que tiene coste político; luego, cuando pase la tormenta, sabedores de que la política de confrontación da votos en el resto España, pero los quita en los territorios vascos; y la política de diálogo, al revés, da votos en los territorios del problema, pero los quita en el resto de España. Es decir, siguen jugando a tratarnos como a ciudadanos imbéciles, como si no les viésemos el plumero. Y lo harán luego, tras las elecciones, no por estrategia correcta de política seria y convincente; lo harán luego para detentar más poder, un poder que de tomarlo ahora sería contraproducente. ¡Cuánta desvergüenza!
Porque lo correcto, desde la transición así ha sido, era -y debe seguir siéndolo- atraerse hacia los espacios de la democracia a aquellos que pertenecían a aquel mundo del terror y que poco a poco han ido dejando las armas, y que incluso se han enfrentado a sus antiguos compañeros de viaje. Y un político honesto, en el poder, tiene que hacer lo imposible para que no vuelvan a cruzar la línea y retornen a los espacios antiguos: la transición está llena de ejemplos; Bandrés, Onaindía, los poli-mili, etc. Y a los de Nafarroa-Bai hay que ayudarles, hay que empujarles para que estén en las instituciones, no dejarlos fuera; en el mundo independentista no todos son iguales; ETA no es Nafarroa, ni Aralar es HB... Y hay que darles salida e incorporarlos a las instituciones... Cueste lo que cueste... No me vale la estrategia de ahora no, que es que hay elecciones generales... Eso es cobardía; eso es miedo; eso es conservadurismo; eso es impresentable, en una palabra. Eso es ZP: un hombre sin sentido, que no contaba, y, por tanto, sin norte ni sur...
Este error, este tremendo error, de producirse, no será gratuito. Reitero: en el mundo independentista vasco no todos son iguales; y a los que cruzan la raya hay que ayudarles, no demonizarlos unos y otros (sus antiguos compañeros de terror).
¿Pero no se trataba de eso, de incorporarlos a la democracia? ¡Qué asco del calculado oportunismo político, cuando lo que están en juego son vidas humanas! ¡Qué asco de estrategas que sólo persiguen conservar el poder, tenga el coste que tenga!...