La noche es suave, tanto que me permite salir al balcón, sentarme en el sillón, estirar las piernas en taburete ad hoc y oír músicas ya clásicas en el mundo que vivo y al que pertenezco ...
Tomo un delicioso "NEGRONI", quizás el cóctel más ad hoc para oír a Wynton Marsalis, Eric Clapton, etc...
Y me creo en un club de los años 20 del pasado siglo entre mafiosos y mujeres hermosas que pronto bailarán charleston...
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