Una reflexión ante la situación actual: el entramado institucional, político, jurídico y administrativo de España necesita de una profunda revisión y de un nuevo pacto político, social y económico.
Es urgente un acuerdo de Estado entre todos los actores políticos, sociales y económicos que ponga fin a esta situación, amén de una reforma fiscal más progresiva, eficiente y suficiente, y una constante lucha contra el fraude fiscal, que sigue siendo muy elevado e inaceptable en términos democráticos...
Ya va siendo hora de que alguien vaya pensando en las reformas necesarias: la España política, judicial, administrativa no termina de funcionar…
¿No se debería ir pensando en aquello de la administración única (lo de la ventanilla única de la que se habló en su día trasladado a competencias exclusivas), y más competencias para los ayuntamientos, las administraciones más cercanas a las necesidades de los ciudadanos y, por tanto, más eficientes en cuanto a soluciones de problemas, del mismo modo que revertir algunas competencias al Estado central (sanidad, fundamental, visto lo visto: no es de recibo lo que sucede en la sanidad de Andalucía con las mamografías, o en la de Madrid con la privatización de servicios sanitarios y hospitales)...
Y por supuesto que se descentralice la gestión y sus asuntos, pero la competencia y su vigilancia tiene que ser de la administración central como garante de la igualdad de los servicios de salud de todos los ciudadanos españoles...
En suma, reorganizar todo el Estado español con una más eficiente reestructuración de competencias hacia arriba y hacia abajo… Y creo que el modelo no puede ser otro que el Estado Federal, dadas las Españas que cayeron en el error (desde mi punto de vista) del café para todos… Y dentro de una Europa política y Federal...
Lo digo con la honestidad de lo que pienso, alguien debería ir pensando en estos asuntos: España no funciona como debería hacerlo tras tantos años ya de democracia: hemos sufrido crisis en los últimos años que así nos lo dice.
Por otro lado, nunca deben patrimonializar las instituciones los partidos políticos; las instituciones públicas son estructuras administrativas para satisfacer los servicios de todos los ciudadanos, no sólo de aquellos que los votaron… Y basta ya de externalizar servicios públicos o de concertarlos con negocios privados: esas decisiones tuvieron sentido cuando el Estado nacido de la transición política estaba desnudo de estructuras administrativas y de infraestructuras para prestar aquellos servicios… La educación concertada, las mutuas como “las mufaces de turno de funcionarios”, la sanidad concertada, o privatizada, etc, no son de recibo a estas alturas de nuestro desarrollo económico y social…
Y, ¿qué es eso, repito, de patrimonializar las instituciones por parte de lo que son vehículos de participación política, cuales los partidos políticos? ¿Qué es eso que se oye a diario decir -y por ellos mismos- que el Senado es del PP, o cuando se habla de las Comunidades Autónomas del PP -o del PSOE o del PNV?... Aquellas instituciones las gobernará el PP o el partido que sea con sus mayorías de gobierno, pero son instituciones de todos, no de ellos, y las deben gobernar para todos los ciudadanos, los hayan votado o no; al cabo sólo son meros gestores coyunturales de aquellas…
Seamos honestos: este modelo político-administrativo actual no funciona “comme il faut”, como dicen los franceses; y lo hemos visto ya demasiadas veces cada vez que hay una crisis sanitaria o una catástrofe natural… Hace falta un nuevo mapa competencial, con competencias exclusivas, claras, de cada cual a la hora de exigir responsabilidades políticas y, sobre todo, en favor de la eficacia…
¡Ya está bien de culpar a unos y a otros; y ya está bien del “y tú más”!…
Esta realidad sólo produce desapego hacia la democracia, precisamente cuando en el mundo corren vientos a favor de este terrible riesgo de acabar con la democracia, que no será perfecta, pero no hay otro modelo mejor para llevarnos bien y respetarnos en la selva de “la polis”… ¿O de verdad queremos la selva sin contrapoderes democráticos representativos?...
Espero que alguien esté pensando en esto, aunque soy bastante escéptico… Porque, ¿dónde están los intelectuales influyentes de verdad, más allá de aficionados al poder, o ciudadanos preocupados? ¿Acaso este asunto lo podemos dejar en manos de los profesionales del poder político que llevan toda la vida en el mundo de la política administrativa apagando fuegos para conservar su puesto?... ¿Dónde está la Universidad capacitada para debatir estos asuntos, cuando sus gestores y profesores toman partido sin escrúpulo alguno a la hora de plantear soluciones? ¿Dónde está la judicatura, tan deteriorada en cuanto a lo que se llama respeto a las leyes que emanan del legislativo, poder representativo de la voluntad popular y del que emanan todos los demás poderes? Hemos visto huelgas de togas, con sus uniformes en puertas de juzgados, por una ley que ni siquiera estaba aprobada; y una vez aprobada, sigue siendo cuestionada por algunas de aquellas togas, cuando sólo las debe cuestionar el Tribunal Constitucional, tribunal no precisamente perteneciente al poder judicial…¿Dónde ha estado la ecuanimidad y profesionalidad, tan cuestionadas por la opinión pública?...
Creo honestamente que es hora de abrir este melón de una vez aunque no sea la mejor coyuntura para abrirlo ante tanta crispación; pero, repito, alguien ajeno a todo esto debería ir pensando en el futuro inmediato: esto no funciona!!! Y las desigualdades sociales crecen y los responsables políticos jugando a los juegos de tronos…
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