Lo peor de la Covid 19, más allá de una pandemia desconocida y de tanto dolor en el mundo, es la sensación de incertidumbre de la población ante aquella; sobre todo cuando ha llegado al mundo en el peor momento, quizás, por falta de liderazgos claros, convincentes y que alejen al mundo de volver a los populismos, como en épocas del pasado o como se recurría a los curanderos -desde la impotencia y la ignorancia- ante una enfermedad con pocas esperanzas de sanar...
Y así, la Covid 19 llega a una UE en descomposiciòn interna por mor del Brexit, con una Rusia que regresa al zarismo, unos EE.UU. en manos de un ignorante especulador de negocios sin escrúpulos y con una América Latina, desde México a la Argentina, en manos de populistas de todo signo y condición...
De Oriente, mejor no hablar, y de África mejor no mirar...
Sólo espero que, si sobrevivimos a esto, tomemos nota la ciudadanía más responsable y empecemos a convencernos todos de que somos un mundo en descomposición que sólo se salvará con la colaboración y la solidaridad de todos.
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