miércoles, 1 de abril de 2020

EL NACIONALISMO Y EL POPULISMO HAN FRACASADO

La pandemia que nos lleva confinados y desprovistos de certezas, estado del que saldremos más pronto que tarde (la historia de la humanidad es la la historia de los conflictos colectivos por falta de conocimiento), tendrá diversas consecuencias en nuestras vidas...
A pesar de los negacionistas de la globalización como la solución del futuro del hombre en la tierra (recuerdo a populistas de derechas -y muchos catastrofistas de la izquierda de salón reclamando salir del euro como solución para la crisis de los países del sur de Europa hace apenas unos años a raíz de la crisis financiera-, desde prestigiosos estudiosos -dicen- hasta indocumentados catetos nacionalistas como Trump negando el cambio climático entre otras lindezas) renegando todos del imparable mundo al que vamos ya de manera inevitable y como única solución, la crisis de la pandemia que estamos viviendo nos viene a decir que de eso nada: que precisamente la vulnerabilidad del hombre y del mundo de hoy es por falta de una gobernanza global de los asuntos que a todos nos atañe porque a todos nos va la vida en ello...
Y así, en correspondencia, el mundo de después, el de mañana ya, no volverá a ser el mismo... Y si Europa está demostrando una vez más que no tiene capacidad de encuentro y de consenso, la realidad la obligará buscarlos; y si el Brexit sólo fue un jugada de póker de un muchachito frívolo que quiso ser Rey de Inglaterra, así com Putin y Trump quisieron ser la tercera pata de un nuevo mundo donde China no fuese Don Quijote, todo eso se ha ido al garete...
Porque ha bastado una terrible pandemia para hacernos ver lo vulnerables que somos, precisamente en el primer mundo, aquel que creímos la Meca de la humanidad, también nos ha demostrado que sin una coordinación sanitaria, financiera, económica y comercial global no habrá ni tendremos, no ya futuro, sino presente....
Porque sin saber sortear el presente no hay futuro: nunca...
Póngase la ONU a trabajar como el germen de aquel mundo nuevo; y la OMS como un nuevo macro ministerio global de la sanidad mundial; y si, los estados nación del presente, y sus estructuras autonómicas, federales o locales, que gestionen y administren, pero las grandes decisiones políticas tendrán que ser ya globales, tanto en los servicios públicos fundamentales como la salud, así como en los efectos sobre el clima global y sus consecuencias... Y que sea la robótica la nueva industria que racionalice lo que el hombre ha destrozado sobre estructuras nacionalistas, fronterizas y xenófobas...
Y recuperemos la agricultura productiva, familiar, no la industrial compitiendo en precios y abandonando el sector más importante: el primario.
¡Ojalá sea el inicio de una nueva relación del hombre con su mundo y lo sepa navegar hacia la solidaridad y la felicidad de la mayoría de los seres humanos que en él habitan...!!!


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