lunes, 12 de noviembre de 2018

EL ERROR DE CIUDADANOS

Los que me leen y conocen saben que siempre he sostenido que Sánchez no era el hombre. También saben que he sostenido que, como quiera que Rajoy no dimitió, había que presentar la moción de censura. Y también saben que siempre he sostenido que Cs debió apoyarla y así hoy el gobierno de España sería más estable y menos dudoso sobre los apoyos que tuvo al ganar la moción el candidato Sánchez.
Cs no apoyó la moción porque quería elecciones, unas elecciones que no hubiesen resuelto nada, pero las encuestas le daban que eran la primera fuerza. Al cabo, y tras ganar Sánchez la moción, Cs creo que ya sabe que se equivocó, y la prueba de que sabe que se equivocó es la reacción radical que ha tenido desde entonces, escorándose a la derecha para competir con el PP, un PP más a la derecha del de Rajoy para competir con VOX, del que teme que le quite los votos más radicales...
En suma, las derechas han obligado a agudizar el frentismo tras la moción de censura y el acceso al Gobierno de Sánchez. Un frentismo enemigo de los consensos necesarios para sacar adelante las profundas reformas que España necesita y cuando el propio Sánchez, nada más tomar posesión del cargo de Presidente, cambió radicalmente su discurso y sus mensajes; tanto que hasta se ha rodeados de asesores liberales, como su Jefe de Gabinete, profesionales de la comunicación y el marketing político, lo que ha puesto aún más nervioso a Rivera (al que apellido el 'falangito') hasta radicalizarse aún más, como en el pasado acto de Alsasua, donde se vislumbró a las claras una apuesta por una nueva CEDA, pero sin un Gil Robles aún: Casado (al que apellido el 'aznarito') durará poco en el cargo (el PP está roto), y Rivera se ha quemado ya, creo, para una larga temporada (lo mismo Arrimadas dice pronto que es hora de las mujeres).
Lo dicho: Cs está en una deriva de poder equivocada; y digo equivocada porque le daría más credibilidad y votos si apoyaran unos presupuestos nuevos, y no obligando a Sánchez a buscar apoyos obscenos o a prorrogar los actuales.
No, Sánchez nunca fue mi apuesta ni era el hombre. Pero estaba allí, pasó el tren y lo cogió. Un tren que ha perdido Cs. Y el jefe de ese tren tiene derecho, al cogerlo, a intentar cambiar la situación en Cataluña; si fracasa, lo juzgaremos como corresponde; pero no es de recibo haber perdido el tren y querer que el tren pare de nuevo porque lo cogió otro. Para colmo, nos queda un largo año con distintos procesos electorales...
Por último, Sánchez ha conseguido, más allá de templar y centrar su discurso, haberle quitado radicalidad a Podemos: el del 'chalete' es ya un dirigente político sistémico!!!

P.D. Para colmo, un poder judicial errático!!!

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