martes, 2 de enero de 2018

AÑO NUEVO: 2018

Los que matan a mujeres son asesinos, no violentos de género, esa cursilada que parece amortiguar un crimen.
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Cada 1 de enero, cada año, con el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, me reconcilio con la vieja Europa...
La del arte, la de la literatura, la de la música, la de la moda, la de la arquitectura, la de la democracia y la libertad; aquella Europa de la civilización, frente a la otra vieja Europa, la de la guerra, la barbarie, el hambre y la desolación... Como nos dejó a modo de testimonio Stefan Zweig en su EL MUNDO DE AYER... Un mundo, el de ayer, que no deberíamos olvidar nunca para no volver a sufrir lo que sufrió Zweig; y lo que sufrieron tantos y tantos millones de seres humanos del pasado siglo.
También cada 1 de enero me creo de aquel mundo más que de este: muchas veces el mundo de hoy me resulta tan extraño que me aíslo y cierro; me niego y me olvido...
Y leo a Zweig:
"...todavía hoy me sorprende la de cosas que sabíamos de niños gracias a esa exaltación de la pasión literaria y lo pronto que adquiríamos la capacidad crítica gracias a ese afán irrefrenable por discutir y analizarlo todo. A mis dieciséis años no tan sólo conocía todas las poesías de Baudelaire y de Walt Whitman, sino que me sabía de memoria las más importantes, y creo que en ninguna época ulterior de mi vida había leído con tanta intensidad como en los años de 'gimnasium' y de universidad"...
Stefan ZWEIG. El Mundo de Ayer. Acantilado. Barna 2001



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