LA POLÍTICA, LA DEMOCRACIA, ES PACTO

Hay gente todavía instalada en las bondades de las mayorías absolutas de la izquierda frente a la derecha; o, al revés, las mayorías absolutas de la derecha frente a la izquierda...
Aún no hemos aprendido, por lo visto, que el frentismo es más propio de la barbarie que de la democracia, donde impera la lógica de los pactos; unos pactos que este país necesita con todos para las tantas reformas institucionales y estructurales, unas reformas tan profundas que sólo serán posibles y duraderas si son pactadas y consensuadas entre todos, como ya antes se hizo en la transición, un proceso que aquellos frentistas han denostado explicitando así su infinita ignorancia de la realidad del lugar que habitan y su maldad intelectual o moral...

Sí, no sólo somos indolentes y malvados; también somos bastante olvidadizos... El frentismo, repito, es propio de bárbaros, no de pueblos civilizados y de realidades complejas como las del mundo de hoy.

Allá ellos, pero sólo producen rechazo, desdén y mucha tristeza: las Españas no aprenden nunca nada de sus propias historias...

Y así nos va, claro...