Hace un par de horas más o menos que regresé de Málaga, donde un día inolvidable y agotador: las emociones agotan como el ejercicio físico último...
Han sido muchas cosas, muchos abrazos, muchos recuerdos, muchas sensaciones...
Llegué tan temprano que me paseé por mi juventud en Málaga y sus lugares; y subí a El Ejido, donde mi Facultad de entonces, tan cambiada, tan distinta!!!...
Hay paisajes de Málaga que no reconozco a veces; como hay rincones inolvidables también siempre; como aquella esquina donde quise abrazar por primera vez a la mujer que amaba; o como aquellos bares donde nos creímos valientes revolucionarios de cuatro libros y dos lecturas...
Han sido muchas cosas, muchos abrazos, muchos recuerdos, muchas sensaciones...
Llegué tan temprano que me paseé por mi juventud en Málaga y sus lugares; y subí a El Ejido, donde mi Facultad de entonces, tan cambiada, tan distinta!!!...
Hay paisajes de Málaga que no reconozco a veces; como hay rincones inolvidables también siempre; como aquella esquina donde quise abrazar por primera vez a la mujer que amaba; o como aquellos bares donde nos creímos valientes revolucionarios de cuatro libros y dos lecturas...
Pero hoy fue con los niños de Coín, el pueblo de nuestros días primeros, los más sólidos, los más seguros... Por entonces no sabíamos de los desamparos ni sabíamos que la vida iba a venir en serio tan pronto...
Lo que no ha cambiado en Málaga, en muchos años desde entonces, es su suciedad en las calles...
P.D. ¡Qué tristeza! ¡A la pobre no la usan!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios