¡¡¡Qué larga se nos hace una mañana productiva!!!
Agota, sí; pero satisface -y mucho- aquella dedicación.
Y es la constatación, certera, de cómo la acción humana nos reafirma como seres vivos dotados de inteligencia y sensibilidad cuando aquellas se ponen al servicio de una necesidad insoslayable.
Sólo entonces nos miramos al espejo sin sentir vergüenza propia ni ajena.
Agota, sí; pero satisface -y mucho- aquella dedicación.
Y es la constatación, certera, de cómo la acción humana nos reafirma como seres vivos dotados de inteligencia y sensibilidad cuando aquellas se ponen al servicio de una necesidad insoslayable.
Sólo entonces nos miramos al espejo sin sentir vergüenza propia ni ajena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios