Viernes, sábados... Algún domingo...
Aquel otoño era de fines de semana; apenas comíamos
en aquel espacio-bar de la terraza; a qué perder tiempo, pensábamos... Cuando comer era un rito sin importancia: los apetitos eran otros. Y tu risa, tus ojos brillando de risa...
Sí, tus risas que llenaban mis ojos y toda la tarde...
Aquel otoño era de fines de semana; apenas comíamos
en aquel espacio-bar de la terraza; a qué perder tiempo, pensábamos... Cuando comer era un rito sin importancia: los apetitos eran otros. Y tu risa, tus ojos brillando de risa...
Sí, tus risas que llenaban mis ojos y toda la tarde...
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