La mañana trajo la noticia: salió, al fin, el último minero del fondo de la tierra. Y nos alegramos por Chile, aquel territorio donde vive gente digna y decente a pesar de lo que allí hicieron malvados y asesinos sin razón. Y del mismo modo que nos alegramos, nos preguntamos: ¿por qué en España no vemos nunca la solidaridad colectiva ante hechos tan trágicos? Tuvimos un 11-M que debió significar la unión sempiterna de todos los españoles; tenemos una profunda crisis económica que debía servir para arrimar todos los esfuerzos necesarios... Y las Españas siguen a la greña; siguen rencorosas; y siguen cainitas... Muchos nos preguntamos qué hicimos mal en la Transición; pero no, no es culpa de errores de aquella transición; es que se han traspasado límites que entonces no se pasaron; porque si la derechona se enroca en su indecencia cuando no tiene el poder, la izquierda debía no darle encima motivos. Sostengo que hasta que la derechona no condene el franquismo no habrá verdadera reconciliación; en Chile hubo un golpe de Estado (militares contra la inmensa mayoría de la población: apenas deja rescoldos de venganzas); aquí hubo una tragedia en forma de guerra civil de tres años y cuarenta de silencio y sostenimiento de los vencedores. Sostengo que hasta que no desaparezca el último protagonista de aquellos 50 años no habrá reconciliación. Y la izquierda nunca debió hacer leyes como la de la Memoria sin el consenso de la derecha social y política; los gobiernos de Felipe restauraban la decencia de muchos familias; sin aspavientos; sin rencores; en silencio; en paz, porque no había consenso. Debió seguirse esta línea hasta la madurez de la sociedad, que insisto, sólo se alcanzará cuando desaparezca el último de los protagonistas de aquellos terribles años...
La mañana trajo decencia; y suspiros; suspiros de España...
http://www.goear.com/listen/78d41ae/suspiros-de-españa-suspiros
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