(Dedicado a C. JB)
Los anaranjados clarores de los horizontes garantizaban la mañana; la portentosa luz desparramada sobre los espejos plateados del mar impedía los ojos y la fijeza; sólo sombras grises dibujaban tristezas, para cuando los cuerpos fueron conmovidos por la textura del complejo mundo de olores, cielos rotos y colores nuevos y desconocidos... Y fue el asombro; y fue la vida: con qué desganas los barcos regresaban de jurel; de la mar amarga; de la más temprana...
¡Ay!, cómo te extraño!, chiquilla... Del horizonte penando vengo; para mañana ir a tu encuentro...
http://www.goear.com/listen/2f0acbc/como-te-extra%C3%B1o-pasion-vega
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