DÍAS DE HUIDA POR SEVILLA, PORTUGAL Y GALICIA...

18 de noviembre

Entré en esta farmacia de Évora para hacer unas fotos. Le pedí permiso al farmacéutico, un señor un poco más mayor que yo. Se quedó como dudando... Me dio permiso y disparé varias veces... Me sorprendió ver encima del reloj una foto de un antepasado; y supuse bien lo que era.
Al despedirme y darle las gracias le comenté en mi portugués macarrónico que yo era nieto, hijo, hermano y tío de farmacéuticos, y que amaba las farmacias antiguas, y que esta me había recordado a la de mi abuelo; el farmacéutico, casi emocionado, me contestó: 'é muito bom'...
Y nos despedimos comm'l faut: -¡Obrigado!....

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Siempre llevo el lector de e-book (tengo el kindle); a veces, el iPad y/o el portátil. En todos los soportes, incluido el móvil, tengo descargada la aplicación Kindle, con lo cual, siempre llevo la biblioteca andante en los soportes digitales. Y como no, llevo dos versiones en castellano de Libro del desasosiego de Bernardo Soares; pero siempre leo la versión de Ángel Crespo... Y este pequeño texto es ya para mi un ideario de vida, un modelo a seguir. Y dice así:

"Considero a la vida como una posada en la que tengo que quedarme hasta que llegue la diligencia del abismo. No sé a dónde me llevará, porque no sé nada. Podría considerar esta posada una prisión, porque estoy compelido a aguardar en ella; podría considerarla un lugar de sociabilidad, porque aquí me encuentro con otros. No soy, sin embargo, ni impaciente ni vulgar. Dejo a lo que son a los que se encierran en el cuarto, echados indolentes en la cama donde esperan sin sueño; dejo a lo que hacen a los que conversan en las salas, desde donde las músicas y las voces llegan cómodas hasta mí. Me siento a la puerta y embebo mis ojos en los colores y en los sonidos del paisaje, y canto lento, para mí solo, vagos cantos que compongo mientras espero.
Para todos nosotros caerá la noche y llegará la diligencia. Disfruto la brisa que me conceden y el alma que me han dado para disfrutarla, y no me interrogo más ni busco. Si lo que deje escrito en el libro de los viajeros pudiera, releído un día por otros, entretenerlos también durante el viaje, estará bien. Si no lo leyeran, ni se entretuvieran, también estará bien."

F. PESSOA (Libro del desasosiego de Bernardo Soares)

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19 de noviembre

Repito una vez más, y desde Lisboa. ..
No soporto a los oportunistas del buenismo. Francia está dando una lección al mundo...
Y España, como siempre, mirando para otro lado. ..
Acaso no tuvimos el 11-M?
Qué pronto olvidamos...

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Hace ya unos años me regalaron, sorpresivamente, el libro de Eça de Queirós LOS MAIA. 
Hoy, al pasar delante de su estatua, bajando de El Chiado, me he acordado de aquel día. Era el día de mi cumpleaños y fue una mujer hermosa la que me hizo el regalo.
Nunca he olvidado aquella sorpresa; ya mi madre no vivía -que siempre era la primera en hacerlo- y ese día fue ella la primera persona que me felicitaba: a las 9 de la mañana llegaba a mi despacho el regalo con una postal de Lisboa.
Evidentemente, es imposible olvidar ese día; como tampoco es posible olvidarla a ella...

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Y atravesando la Baixa, con la mochila al hombro y al modo Mastroianni en la película del libro de Tabucchi, Sostiene Pereira, regresé a descansar tras dos días de asombros y sentimientos eternos...

He recordado a Tabucchi, que amó tanto a Portugal y a Lisboa que allí se fue a vivir hasta su muerte...

Y he hablado de su SOSTIENE PEREIRA. Y la película, basada en aquel delicioso libro y que interpretó un soberbio Mastroianni, y que acabo de volver a ver...

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Cuando eran las 18 horas -españolas ya- entraba en Tui, en su Parador. Antes entré en Vila Nova de Cerveira. Cerca de Valença...
He venido tranquilo, parando en lugares que amo; me desvié hasta Coimbra a la que regresaré...
Portugal es un prodigio y soy un privilegiado por conocerla bien... 
Sostengo que es uno de los países más desconocido por los españoles, siendo quizás del que más cosas debemos aprender...
Una vez más he renovado mi devoción y mi admiración por un país que amo profundamente...

Ahora, descansar en cuanto llegue a casa, y mañana será de nuevo la vida...

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23 de noviembre

Llevo una semana huyendo; primero fue Sevilla; después Portugal (Évora, Lisboa...). Ahora es Galicia... 

Intento huir de la locura de este mundo; pero es imposible superarse y reinventarse: siempre fui consciente del mundo en el que vivía, como siempre fui incapaz de trascenderlo y aislarme. Más que compromiso y/o rechazo de este mundo, es, quizás, una incapacidad para sobrevivirlo y aislarme de aquel que no termina de madurar en humano, en decente, en paz y en libertad.

Quizás es que no tenga solución, cual determinismo programado en el origen; es verdad que siempre ha sido así a lo largo de la historia... Y así, de lo que se trata es de que nunca debemos olvidar que este mundo es así de cruel, que la maldad también forma parte del animal humano; y donde se ha globalizado la información pero no la formación, ni la educación, ni el bienestar, ni la cultura, ni la política, eso que hemos anhelado los que creímos que era posible otro mundo, sin determinismos ni fanatismos... Pero tiempo no nos queda, eso que necesitamos ahora más que nunca. Actuemos, pues, con urgencia y con inteligencia...

Sí, hay que tomar partido, partido hasta mancharse, o acabarán con nosotros...

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