CUANDO tan denostada está la profesión de periodista, como tantas otras fundamentales para la democracia y el bienestar colectivos, siempre encuentro algún periodista que me consuela; como Manu Leguineche, tan recordado siempre en días tan tristes para su profesión como los que vivimos...
Leo su delicioso EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS, y dice:
"Se encuentra uno por ahí con gente que es una delicia de optimismo y mano izquierda. Gente risueña, como aquel amigo que desde el otro lado de la barra del bar sermoneaba a los enfermizos:
-Te quedan dos telediarios, macho, vaya aspecto fúnebre que se te ha quedado...
...SE cuenta lo del baturro que sufre al ver a un amigo en su lecho de muerte:
-Conque agonizando, ¿eh?"
Maravilloso e inolvidable Leguiniche...
Leo su delicioso EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS, y dice:
"Se encuentra uno por ahí con gente que es una delicia de optimismo y mano izquierda. Gente risueña, como aquel amigo que desde el otro lado de la barra del bar sermoneaba a los enfermizos:
-Te quedan dos telediarios, macho, vaya aspecto fúnebre que se te ha quedado...
...SE cuenta lo del baturro que sufre al ver a un amigo en su lecho de muerte:
-Conque agonizando, ¿eh?"
Maravilloso e inolvidable Leguiniche...
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