lunes, 2 de diciembre de 2013

QUISE UNA VEZ...

En noviembre de 1919 el poeta Fernando Pessoa conoció a la joven Ophélia Queiroz (u “Ofelia Queirós”, indistintamente) en las oficinas de la Baixa lisboeta donde ella entró a trabajar como mecanógrafa y él ya ejercía sus servicios como traductor de correspondencia comercial. Iniciaron al poco una relación amorosa que habría de durar hasta final de noviembre de ese mismo año, y que tras nueve años de silencio se retomó en el verano de 1929, para frustrarse de nuevo, y definitivamente, al cabo de los meses, si bien el contacto se mantuvo hasta la muerte del poeta en 1935. De dicha relación se sabe a través de las cartas que él le escribió a ella, 48 cartas publicadas en 1978 y precedidas de un texto aclaratorio de la propia Ophélia (sobrio y pudoroso testimonio pero valiosísimo, dado que es todo cuanto hizo público), y de las cartas de ella a él, publicadas en 1996 y todavía inéditas en castellano, y publicadas sólo años después del fallecimiento tanto de la propia Ophélia (1991) como del marido de ésta, pues al contrario que Fernando ella sí se llegó a casar, pero sólo años después del fallecimiento del poeta.
(http://www.poramoralisboa.com/la-historia-de-amor)

Y hoy he leído estos versos que nos dejó el más grande poeta de mi querido Portugal:

Quise una vez, pensé que me amarían.
No me quisieron.
La única razón del desamor:
Así tenía que ser.
FERNANDO PESSOA

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