miércoles, 5 de junio de 2013

UNA HERMOSA TARDE DE JUNIO...

Una vez más estuve en el Museo Picasso Málaga. Una tarde más disfruté del más grande, de Picasso, y de un entorno especial para mi... Un pero: apenas gente; creo que como todo lo que atañe a la cultura en España, falta mucha promoción; la hay, pero insuficiente, y en tiempos de crisis es lo primero que recortan, después de los sueldos de los trabajadores más desamparados...
Y al fin pude ver la temporal del primer Picasso, la de sus años de aprendizaje; en el mismo museo que lleva su nombre, al lado de lo que fue en su día el Ayuntamiento de Málaga, y después el Colegio de San Agustín, donde estudió mi padre, donde estudiamos nosotros, sus hijos varones: 14 años pasé en ese colegio, cuyos jardines de entrada a la iglesia lindaban con el Museo Picasso y donde hoy, en la cafetería de dicho museo, tras ver al primer Picasso y la hermosa exposición fotográfica de Dennis Hopper (toda la América y parte de México de aquellos años que vimos en el cine y que fueron los más gloriosos del pasado siglo XX, después de la segunda Guerra mundial, me senté en una de sus mesas y me tomé un gin-tonic a la salud de Picasso y la de Hopper; y para amortiguar el daño que aún hoy me produce reconocer que entre aquellas paredes del colegio hubo curas que nos soliviantaron y que nos maltrataron en muchos sentidos...
Hoy fue una tarde memorable; sólo eché en falta un ansiolítico: siempre que me emociona algo siento una enorme ansiedad...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios