Hace muchos años, leyendo a Salvador Paniker (dietarios, memorias y otros ensayos) y su defensa de la EUTANASIA, decidí posicionarme a favor del derecho a finalizar la vida cuando uno lo decida; del mismo modo que no solicitaron nuestro permiso para venir al mundo, reclamo mi derecho (y el de todos) a apearme de él cuando lo considere oportuno. Lo más grande de un hombre, de un ser humano, es la libertad toda; incluida la libertad de vivir o morir. Y si solicito y lucho siempre por la dignidad ante la vida, también quiero esa dignidad y respeto para con la muerte... Con los años, y ya creada la asociación D.M.D. (Derecho a Morir Dignamente) que presidía Salvador Paniker, me hice socio de dicha asociación.
Luego vino la caza de brujas para con Luis Montes, actual Presidente de D.M.D., al que los llamados liberales intentaron denigrar hasta el olvido para privatizar eso que se llama la salud pública y que poco a poco lo van consiguiendo con nuestro silencio...
Por eso no callo ni callaré ante mi derecho a morir con dignidad; derecho que lleva consigo el de decidir cuándo y cómo dejo este loco y falso mundo...
Luego vino la caza de brujas para con Luis Montes, actual Presidente de D.M.D., al que los llamados liberales intentaron denigrar hasta el olvido para privatizar eso que se llama la salud pública y que poco a poco lo van consiguiendo con nuestro silencio...
Por eso no callo ni callaré ante mi derecho a morir con dignidad; derecho que lleva consigo el de decidir cuándo y cómo dejo este loco y falso mundo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios