martes, 9 de abril de 2013

PESSOA Y LISBOA...

Cuando llega la primavera de verdad, la sentida, no la meteorológica, siempre recuerdo este poema de Alberto Caeiro, que fue el único, de todos los heterónimos de Fernando Pessoa, que no escribió en prosa: sostenía que sólo la poesía estaba capacitada para describir las afueras, el mundo, la vida. Caeiro fue descrito por el propio ortónimo (Fernando Pessoa), no sólo como un pagano, sino como el paganismo todo, y sostenía que el amor verdadero era el amor hacia algo o alguien simplemente por ser esa cosa o persona, y no por otros motivos ajenos a ella...

SOY UN GUARDADOR DE REBAÑOS

Soy un guardador de rebaños.
El rebaño es mis pensamientos
y todos mis pensamientos son sensaciones.

Pienso con los ojos y con los oídos
y con las manos y los pies
y con la nariz y la boca.
Pensar una flor es verla y olerla
y comerse una fruta es conocer su sentido.

Por eso cuando, en un día de calor,
me siento triste de disfrutarlo tanto
y me acuesto estirado en la hierba,
y cierro los ojos calientes,
siento a todo mi cuerpo acostado en la realidad,
sé de verdad y soy feliz.

FERNANDO PESSOA


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