jueves, 25 de abril de 2013

HABRÁ QUE TOREAR, MALTRATAR Y MATAR A UN TORO

Toreros y folclóricas en los banquillos, y el Barça y el Madrid vapuleados en el corazón de la vieja Europa... España se hunde más aún en su miseria y en su ancestral mediocridad...
Si hace dos días, como cada año, restaurábamos en nuestra memoria la obra cumbre de la lengua castellana (España tiene más lenguas), hoy recobra toda su grandeza: seguimos siendo un país de quijotes ilusos y de panzistas, supervivientes en un territorio ficticiamente feliz donde reina la mediocridad, la chapuza, la picardía, la fullería, la indecencia y la osadía...
Y lo peor: no hay visos de solución: la excelencia emigra; aquí no hay lugar para ella...
Y nos convocamos a la semana siguiente; a otras hazañas; a otras épicas noches patrias de remontadas imposibles en el juego y de sueños rotos de esperanzas muertas...
No sólo el futuro no existe (sólo es aquello que nos inventamos para sobrevivir en el presente); es que no se le espera... Y ya sólo es un recurso: el mañana... Y una costumbre que navega en el espanto...

Como dice esta guapa mujer (quizás por pulir) con una voz prodigiosa y hermosa, "de repente, ser libre, hasta me asusta... Como puedo olvidarme de las costumbres, si ni siquiera me olvidé de ti."
Habrá que torear, maltratar y matar a un toro para celebrar la fiesta...



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