Leo a Pessoa (nunca salgo de él ni de nuestro entorno, Lisboa):
"No quiero rosas cuando hay rosas. Las quiero cuando no las pueda haber"...
Imaginé, por un momento, que en Francia, en Inglaterra, o en Alemania, hubiese habido un caso Bárcenas; y no dudé un segundo en visualizar dimisiones y ceses; y por supuesto, ya veía la intervención urgente de la fiscalía y todo el poder judicial actuando de oficio...
Imaginé, también, el revuelo que se hubiese producido en el Palacio del Elíseo, en el 10 de Downing Street, o en la Sede de la Cancillería en Berlín... Con ruedas de prensa y con comunicados de comparecencia en sus respectivos parlamentos...
Imaginé también los titulares de LE MONDE, del FINANCIAL TIMES, o del BERLINER ZEITUNG, por ejemplo...
Claro que, me imaginé la Europa a la que creí pertencer...
Y entonces, junto a Pessoa, solicité la rosa...
"No quiero rosas cuando hay rosas. Las quiero cuando no las pueda haber"...
Imaginé, por un momento, que en Francia, en Inglaterra, o en Alemania, hubiese habido un caso Bárcenas; y no dudé un segundo en visualizar dimisiones y ceses; y por supuesto, ya veía la intervención urgente de la fiscalía y todo el poder judicial actuando de oficio...
Imaginé, también, el revuelo que se hubiese producido en el Palacio del Elíseo, en el 10 de Downing Street, o en la Sede de la Cancillería en Berlín... Con ruedas de prensa y con comunicados de comparecencia en sus respectivos parlamentos...
Imaginé también los titulares de LE MONDE, del FINANCIAL TIMES, o del BERLINER ZEITUNG, por ejemplo...
Claro que, me imaginé la Europa a la que creí pertencer...
Y entonces, junto a Pessoa, solicité la rosa...
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