19/02/13
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20,15 horas
Llegué a casa con la carretera en lluvias... Y siempre que llueve por el sur del Sur, siempre me voy a un lugar, a unos campos, donde siempre hubo sol...
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22,30 horas
Llevamos mucho tiempo de mentiras; antes lo fue de silencios... Y entre silencios y mentiras nunca vimos luz...
Hubo un tiempo que creímos poder alcanzar algo de verdad, algo de luz... Pero pronto supimos que sólo fue un espejismo en el desierto de nuestra terrible desolación...
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23,49 horas
Sigue lloviendo; y siguen las mentiras y las regresiones... Como siguen los de siempre sin querer ver la realidad, o sólo su realidad: la que les interesa ver y quieren imponer a los que no la ven o la rechazan...
Una de esas mentiras la sustentan en la comparación del estado con una empresa, o con una familia, para justificar el por qué limitar los déficit públicos, como si el estado no tuviese el arma de emitir billetes...
Pues bien, usemos ese símil...
Una empresa, una organización que se tiene por competitiva para sobrevivir ante tanta competencia de mercado, requiere de unos cuadros intermedios que la articule y la organice. Y así, una empresa, un servicio (público o privado) por muy buenos directivos de los que disponga, si no cuenta con unos competentes cuadros medios en la organización horizontal de los departamentos, que lleven a cabo las directrices y la impronta necesarias para el buen funcionamiento de la misma, fracasará en aquel empeño de ser competitiva y eficiente... La historia del comercio así lo testifica... Y al igual sucede con una sociedad moderna, donde los cuadros medios son la clave fundamental de su eficacia y de su competitividad como economía y como sociedad cohesionada. Y me viene a la cabeza tanto cuadro medio de este país, esos que han abandonado a su suerte y sin los cuales este nuestro país no hubiese alcanzado nunca las cotas de profesionalidad y bienestar que alguna vez llegó a alcanzar.
Hablo de directores de centros educativos; de gestores de empresas públicas y privadas; de directores y jefes de departamentos de hospitales públicos y privados; de directores y jefes de estudios de instituto y otros centros educativos públicos, concertados y privados; hablo de la gente decente que tuvo ilusiones y le dedicó horas a su trabajo que las quitó de su gente y que ha dedicado lo mejor de sus vidas a su oficio sin el consiguiente reconocimiento de sus jefes los políticos o los directivos de empresas; hablo de jefes de compra de empresas públicas y/o privadas; de jefes de relaciones públicas de organismos públicos y/o privados, etc... Hablo de esos cuadros medios que son los que articulan un país, una sociedad decente... Esos cuadros medios, que como las clases medias de una sociedad avanzada, han sido y serán siempre los que sustentan un estado moderno, esos que han llevado al desencanto, a la decepción y al olvido...
¡Cuántas horas desinteresadas dedicaron a sus empresas/servicios!. A lo sumo, les daban complementos a sus salarios o gratificaciones varias. O bonus en las empresas privadas... Y poco más, cuando han sido y serán siempre, el eslabón fundamental de un sistema productivo eficiente ( con buenos y competentes cuadros medios) y cohesionado socialmente (con decentes clases medias moralmente capacitadas)... Y para más inri, les han recortado los salarios, las pagas extras, los derechos sociales y han acabado sin futuro más allá de la supervivencia...
Nunca sabrán estos mediocres que nos llevan cuánto daño han hecho a millones de personas con sus mentiras, sus vanidades y sus indecencias... Y una vez más proclamo mi devoción por estos seres humanos que sólo aspiran a ser felices y a desarrollar su enorme profesionalidad allá donde la vida les ha llevado a ejercerla...
Y sobre todo, admiro la entereza de estos colectivos de cuadros(y clases) medios, porque no han llegado a perder del todo su pasión por la vida, el deber para con la sociedad, y la solidaridad para con los más desposeídos; frente a la avaricia y la podredumbre moral de los poderosos y sus correveidile...
Llegué a casa con la carretera en lluvias... Y siempre que llueve por el sur del Sur, siempre me voy a un lugar, a unos campos, donde siempre hubo sol...
22,30 horas
Llevamos mucho tiempo de mentiras; antes lo fue de silencios... Y entre silencios y mentiras nunca vimos luz...
Hubo un tiempo que creímos poder alcanzar algo de verdad, algo de luz... Pero pronto supimos que sólo fue un espejismo en el desierto de nuestra terrible desolación...
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23,49 horas
Sigue lloviendo; y siguen las mentiras y las regresiones... Como siguen los de siempre sin querer ver la realidad, o sólo su realidad: la que les interesa ver y quieren imponer a los que no la ven o la rechazan...
Una de esas mentiras la sustentan en la comparación del estado con una empresa, o con una familia, para justificar el por qué limitar los déficit públicos, como si el estado no tuviese el arma de emitir billetes...
Pues bien, usemos ese símil...
Una empresa, una organización que se tiene por competitiva para sobrevivir ante tanta competencia de mercado, requiere de unos cuadros intermedios que la articule y la organice. Y así, una empresa, un servicio (público o privado) por muy buenos directivos de los que disponga, si no cuenta con unos competentes cuadros medios en la organización horizontal de los departamentos, que lleven a cabo las directrices y la impronta necesarias para el buen funcionamiento de la misma, fracasará en aquel empeño de ser competitiva y eficiente... La historia del comercio así lo testifica... Y al igual sucede con una sociedad moderna, donde los cuadros medios son la clave fundamental de su eficacia y de su competitividad como economía y como sociedad cohesionada. Y me viene a la cabeza tanto cuadro medio de este país, esos que han abandonado a su suerte y sin los cuales este nuestro país no hubiese alcanzado nunca las cotas de profesionalidad y bienestar que alguna vez llegó a alcanzar.
Hablo de directores de centros educativos; de gestores de empresas públicas y privadas; de directores y jefes de departamentos de hospitales públicos y privados; de directores y jefes de estudios de instituto y otros centros educativos públicos, concertados y privados; hablo de la gente decente que tuvo ilusiones y le dedicó horas a su trabajo que las quitó de su gente y que ha dedicado lo mejor de sus vidas a su oficio sin el consiguiente reconocimiento de sus jefes los políticos o los directivos de empresas; hablo de jefes de compra de empresas públicas y/o privadas; de jefes de relaciones públicas de organismos públicos y/o privados, etc... Hablo de esos cuadros medios que son los que articulan un país, una sociedad decente... Esos cuadros medios, que como las clases medias de una sociedad avanzada, han sido y serán siempre los que sustentan un estado moderno, esos que han llevado al desencanto, a la decepción y al olvido...
¡Cuántas horas desinteresadas dedicaron a sus empresas/servicios!. A lo sumo, les daban complementos a sus salarios o gratificaciones varias. O bonus en las empresas privadas... Y poco más, cuando han sido y serán siempre, el eslabón fundamental de un sistema productivo eficiente ( con buenos y competentes cuadros medios) y cohesionado socialmente (con decentes clases medias moralmente capacitadas)... Y para más inri, les han recortado los salarios, las pagas extras, los derechos sociales y han acabado sin futuro más allá de la supervivencia...
Nunca sabrán estos mediocres que nos llevan cuánto daño han hecho a millones de personas con sus mentiras, sus vanidades y sus indecencias... Y una vez más proclamo mi devoción por estos seres humanos que sólo aspiran a ser felices y a desarrollar su enorme profesionalidad allá donde la vida les ha llevado a ejercerla...
Y sobre todo, admiro la entereza de estos colectivos de cuadros(y clases) medios, porque no han llegado a perder del todo su pasión por la vida, el deber para con la sociedad, y la solidaridad para con los más desposeídos; frente a la avaricia y la podredumbre moral de los poderosos y sus correveidile...
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