Miro al cielo y caigo en un agujero profundo.
Me asomo al mar y las gaviotas me devoran.
El aire envuelve la luz del sol de amarillo,
y poco a poco se ensombrece y muere la tarde:
para entonces sólo seré un puñado de tristezas...
Ya lo dijo Séneca:
"todas las cosas nos son ajenas;
sólo el tiempo es nuestro"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios