LA JUSTICIA SOCIAL

Decía Albert Camus que "si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo". Para aquella generación comprometida (pareciera la última en este páramo intelectual en el que se ha convertido el pensamiento humanista hoy), la justicia era un concepto muy amplio; la justicia era luchar contra el hambre, era movilizarse contra el terror, contra el poder de unos pocos sobre la gran mayoría; era luchar contra la mentira, contra la pobreza y la sinrazón... También la justicia era conquistar la libertad a través de la solidaridad. Para ellos, para aquella generación-referencia, la libertad individual no existiría sin las colectivas; y tanto la libertad individual, como las libertades colectivas, no podrían alcanzarse sin justicia, sin justicia social.
Porque sólo seremos auténticamente libres si los son todos los hombres de la tierra. Y sólo habrá libertad sobre la tierra, si hay justicia social en todos sus rincones...