martes, 29 de septiembre de 2009

LA CAVERNA, LA ESPAÑA RANCIA Y CAINITA...

Relataba hace unos días Ramoneda la excesiva mitificación que se ha hecho del consenso que se alcanzó entre las principales fuerzas políticas durante la transición a la democracia, y señalaba que más que consenso lo que hubo fue mucho miedo por parte de todos -principalmente de la izquierda- de que todo saliera mal, con lo que más que consenso lo que hubo fue concesiones de la izquierda a la derecha. Y yo participo de esta opinión. Tan es así, que esta piel de toro, a lo largo de su historia ha sido siempre escenario de conflictos que no de consensos.
Y ahora que tanto se reivindica el consenso para atajar la crisis, impulsar un definitivo espacio consensuado para la educación colectiva y formación de nuestros jóvenes, ahora que tanto se reclama aquellos consensos de la transición, sostengo que serán imposibles de alcanzar, toda vez que el pecado original de la España moderna consiste en que la España negra, la España inquisitorial, la España quijotesca, la España cainita, la España eclesial, la España rancia y castellana, en suma, la España de LA CAVERNA, nuncanojamás llegará a consenso alguno para con la otra España, la España perdedora, la España roja, la España democrática, la España republicana, la España culta y solidaria, la España moderna y abierta al mundo, la España melancólica y sentimental... Y sostengo que aquella España de La Caverna, hasta que no condene el golpe de Estado de Franco contra la República del 31, nuncanojamás será democrática y llegará a consensos con la España perdedora de aquel conflicto, la España melancólica y sentimental...
Siempre sostuve que no se cerrará la transición del franquismo a la democracia hasta que la derecha política y social de este país asuma que Franco fue un golpista y que el franquismo fue una dictadura que condujo a este país a la miseria, al horror y al crimen institucional. Mientras tanto, seguirán las dos españas vociferando su conflicto y su malestar en una impresentable utilización de los resortes del poder para, unos desde LA CAVERNA, asustar al personal y soliviantarlo, y otros, desde las instituciones que administran y desde la impotencia y el complejo, lamentarse en su melancolía: la España perdedora ha tardado más de 30 años de transición en darse cuenta de que LA CAVERNA es imposible, es fuerte, es cerrada, y que está capacitada siempre para levantarse de sus miserias, con más prepotencia aún si les cabe, para acabar con la España roja, democrática y republicana.

1 comentario:

  1. Pero debemos decidir que queremos ser de mayor, si un estado moderno con todas las consecuencias o ser una caverna contoros y camareros y todos convencidos de ello. Mientras tanto tenemos a una generación de jóvenes a los que se les vendió que éramos una democracia cuando lo que estamos viendo es que aquí el que quiere trabajar en una titulación superior o tiene enchufe o se larga: y el que quiere emprender o tiene a papa mamá banqueros o lo mismo, emprende rita. Que queremos ser de mayores en este país amorfo que ha olvidado la industria y la investigación y que las ha sustituido por pesadillas en las cocinas.

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