La mañana amaneció luminosa y con una temperatura agradable para pasear... Y con esas, salí andando de Poio, crucé el puente de A Barca, y paseé hasta la hora del aperitivo. Y en Casa Alcalde esperé la llegada de la niña gallega, que me sorprendió, sabiendo de mi pasión por aquel país, vestida de la bandera portuguesa...
Y tras avisarme Urbis de que por la tarde vendrían a terminar los destrozos que me hicieron en la instalacion electrica de la cocina, regresé a Poio, también andando... Proeza donde las haya, y que me prometo repetir si el sol me ayuda a resistirlo.
Y he aquí la muestra fotgráfica...
CRONICAS GALLEGAS (7)
CRONICAS GALLEGAS (8)
CRONICAS GALLEGAS (9)
Visita obligada a Cambados; paseos por la ciudad más hermosa y cercana a La Toja, donde el Albariño sosiega al peregrino que al fin se derrumba ante tanta belleza y cercanía...
Porque son cercanías del alma las que nos sobrecogen, cuando una simple escalera de piedra nos eleva a estancias recamadas en nuestra memoria emociona, o cuando un acogedor restaurante nos invita a degustar el fantástico y gustoso marisco de la zona...
O la piedra, la madera y el mar...
La nobleza de aquellos materiales mirando al fin de la tierra prometida...
Y La Navarra, en la monumental Pontevedra, el paraiso de todas las tascas, donde habita el Dios Baco, donde a diario el peregrino calma su ansiedad por alcanzar, al fin, la tierra prometida...
CRONICAS GALLEGAS (10)
Ayer anduvimos por los paraisos de Beluso (BUEU) y Praia de Lagos, como testimonian estas fotos.
Cuando estamos mandando estas crónicas gallegas, recibimos la triste noticia del fallecimiento de Manolo Arias, lo que ha supuesto el retorno inmediato de Rafael y familia (Natu y Rafalillo) para Málaga...
Descanse en paz un hombre honesto y al que pronto, muy pronto, le llegó su hora.
CRONICAS GALLEGAS (11)
El río Umia la atraviesa, y sus cascadas, en el parque natural cercano, sirven para mover las piedras de los molinos... Molinos sobre las rocas de las cascadas; cascadas cuasi-quijotescas: la primera visita impresiona por su enorme parecido a Las Lagunas de Ruidera, por donde anduvo aquel ilustre loco delgado, utópico y sentimental...
El río Umia también mueve piedras de molinos urbanos, donde habita una tasca-taberna-tugurio de todo interés para el peregrino sediento, borrachín y hambriento de pan de maiz, de empanadas y de belleza...
El río Umia es el río de Caldas de Reis...
El río Umia ya siempre será mi otro río del alma, por donde hoy anduve con Elena, la niña gallega con nombre de diosa griega, la amiga, que a pesar de reciente en el tiempo, forma parte ya de mi alma.
Y hablamos de la deslealtad (imperdonable: sólo el olvido perdona la fatalidad de una deslealtad en cualquier faceta humana; en el amor, en la amistad o en lo laboral) y de la vida y sus trasustos..
Y el río Umia seguía su curso por debajo de nuestros pies, en Caldas de Reis, en Galicia, en la tierra prometida ...
P.D. Terminando de saborear empanadas, ribeiros y peces, me llamó Celsovich, el sobrino de Ucrania, bon vivant donde los haya, y sensible y cariñoso hasta la agradable sorpresa de llamarme para saber de mi...
Ciertamente me emocioné...
CRONICAS GALLEGAS (12)
Cuando son las 18,30 horas del día 10 de julio de 2008, "chove en Galiza". Es el orballo, es la lluvia fina que refresca -¡aún más!- la tarde suave del mes de julio… Un privilegio reservado por mis dioses para los que amamos la tierra prometida, la Galiza más al sur, la de las Rías Baixas, la de los aires templados, la de los vientos calmos, la de la lluvia fina en una tarde ciertamente hermosa y cercana…
Y si pertenezco a una generación que siente pudor al expresar sus sentimientos más profundos, también pertenezco a una generación que buscó siempre la belleza en el sosiego de un atardecer, o en la sonrisa de un ser cercano. Y así, como decía Pessoa en sus Diarios, "no hablemos más. Las cosas que se aman, los sentimientos que las acarician, se guardan en el cofre del corazón con la llave de aquello que llamamos pudor. La elocuencia las profana. El arte, al revelarlas, las hace pequeñas y viles. Ni siquiera la mirada debe descubrirlas".
Es la tarde del 10 de julio de 2008, y llueve en Galicia para el contento y bienestar de mi alma…