martes, 15 de julio de 2008

CRONICAS GLLEGAS (14 Y 15)

14 de julio de 2008

Llega el calor a Galicia; 28 grados a la sombra es calor en Galicia. Y los gallegos festejan el que al fin llegue el calor: añoran sus playas... Y el peregrino los comprende (tanta lluvia y grisura los hunde en tristes hábitos), pero el peregrino no deja de sorprenderse -una vez más- del cumplimiento de aquello de que se desea lo que no se posee, y ya sólo reclama aquello de que más temprano que tarde se añorará lo perdido...
Con esa esperanza, con ese deseo del retorno de los días suaves, frescos y saludables, el peregrino se solidariza con aquellos gallegos, y ya sólo piensa en el reencuentro con los días y los placeres de las mañanas livianas y paseables que tanto disfrutó hasta la fecha y que tanto busca en su camino hacia la gloria de la plenitud estética y vital en la tierra prometida...

15 de julio de 2008

Amaneció luminoso, radiante y caluroso; y es que, aunque sean entre cinco y diez grados menos que por el sur, aquí, en las Rías Baixas, esta temperatura es calor; sobre todo para los peregrinos que venimos buscando ese clima cercano a la dulzura que es el clima gallego...
Y para mayor contento, ayer, con Elena, el peregrino descubrió una cafetería en el mismo centro, con aire acondicionado, con wifi, con señoras de compras (una vez más se constata que el comercio mañanero es la mejor terapia para tanta ama/amo de casa que encuentra un motivo para seguir sobreviviendo en su limitado y cotidiano mundo), con algún pero, como la música a toda pastila y todo el local habilitado para fumadores, aunque nadie fuma por ahora (la ley vigente ha sido un gran fracaso; el fracaso de origen de querer jugar en todos los terrenos: nadie contento, exepto los políticos, que se creen que han hecho algo importante cuando sólo han engañado al personal)...
El local, amén de conectarme a la red, me permite tomar cafés y aguas de Mondariz con gas, mientras te acompañas de churros y croissant: en Galicia se desayuna dos veces; se tapea tres y se merienda cuatro... Aquí se come constantemente, aunque el clima te permite andar también constantemente para desgastar tanta caloría...
Y cuando son las 12,30 horas de la víspera del día del Carmen, esa fecha tan cercana, tan marinera, tan nuestra, llega Elena para mi contento y bienestar...