"El fundamentalismo del mercado sirve a ciertos intereses y la teoría económica no lo respalda" J.E. Stiglitz
Siguen las noticias, diariamente, incidiendo en los malos datos económicos. El incremento de los precios energéticos y de los alimentos están sumiendo al mundo desarrollado en unos desequilibrios en precios y en balanzas comerciales casi insoportables (agravado todo por la crisis, consentida por omisión, financiera), y al mundo en vías de desarrollo retornando a las hambrunas de tan malos recuerdos…
Y el peregrino recuerda que venía denunciando la falsedad de los datos que nos daban sobre la bondad del país-mundo en que vivimos. Y nuestro Presidente se vanagloriaba entonces del superávit en las cuentas públicas, tanto que empezó demagógicamente a regalar 400 € para todo cristo por aquí, y 2500 € para las madres embarazadas por allá. Sin tener en cuenta el nivel social y/o económico, estas limosnas recordaban más a regímenes dictatoriales-demagógicos que a un estado social de derecho, como nos define la constitución española. Y también recuerda el peregrino que era tachado constantemente de pesimista por hacer estas críticas.
Y el peregrino se pregunta: ¿nos mintieron, o es que de verdad desconocían la gravedad de la situación? Cualquier de los escenarios, la mentira o la incompetencia, son escenarios impresentables… Y lo peor: la ciudadanía ya sabe de la incompetencia, de la incapacidad, de la mentira y de la frivolidad de quienes nos dirigen…
Y ahora, abrumados por la situación, convocan a un comité de expertos, un cónclave sebastianista (sebastianismo de Miguel -el que estuvo en Moncloa, fracasó vestido de verbenero y hoy ministro de industria, y que tarde o temprano lo será de economía, para tener todo el poder que necesita ZP para liberalizar, es decir, privatizar, añadiendo más opacidad; lo de siempre, la gallina-, no el pessoano de Don Sebastián, el Rey imperial portugués) para que le hagan un informe… ¡Lamentable! ¿Qué pretende ganar tiempo? ¿O es que en el Estado, con tantos asesores como tiene, nadie da con el diagnóstico?
Porque lo que no tiene ya arreglo es la falta de credibilidad de nuestro presidente: la situación actual es demasiado importante como para que esté en manos de personaje tan frívolo y tan incompetente como convertido al neoliberalismo rampante.
Y el peregrino recuerda también que nunca entendió lo del superávit desde la izquierda; como nunca entendió bajar impuestos, cuando nuestro sistema fiscal es tan regresivo como ineficiente (el fraude fiscal sigue siendo impresentable socialmente). En cambio, siempre reivindicó incluso el déficit público, si era necesario, frente a tanto neoliberalismo y desmantelamiento de sectores estratégicos. Y también recuerda el peregrino que siempre denunció el papel (sólo lucha contra la inflación) y el status (una institución con un enorme e impresentable déficit democrático) del banco central europeo.
Afortunadamente, ayer Stiglitz, el Nobel, nos devolvía esperanzas; esperanzas en que otra forma de hacer política económica es posible, y otro discurso económico también (os remitiré el texto de ayer)
Mientras tanto, los futuros Martinsa-Fadesa seguirán reclamando ayudas al estado (habrá que garantizar, al menos, el que los que esperaban sus viviendas las obtengan, aunque tenga que ayudar el estado, como a tantas víctimas de tanto desalmado y golfo promotor, consentido por los dirigentes de todo color que no impulsaron una legislación más protectora hacia los compradores de vivienda, ese bien que la constitución dice proteger como derecho fundamental) para tapar sus vergüenzas, mientras cuando ganan miles y miles piden bajar impuestos; y la banca seguirá reclamando ayudas públicas para salir de la crisis financiera, pero cuando ganan miles y miles se vanaglorian de ello y sus ejecutivos se suben escandalosamente sus sueldos, eso sí, reclamando moderación salarial para el resto de españoles, bajadas de impuestos y liberalizaciones (privatizaciones) varias.
¡Qué gran fracaso -consentido y abanderado por la "nueva y moderna" izquierda- el del neoliberalismo! La globalización sólo lo fue de pensamiento; el único. Pero "el fundamentalismo del mercado sirve a ciertos intereses y la teoría económica no lo respalda" (Stiglitz).
P.D. Transcribo esto que escribí ayer, cuando me encuentro solo, en la cafetería con wifi que me permite estar conectado al mundo. Estoy solo. Elena me ha abandonado hoy: tuvo que ir a Vigo con una amiga.
Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado ! (NERUDA)
