domingo, 20 de julio de 2008

CRONICAS GALLEGAS (19)

El que esté de peregrinaje en busca de la utopía de la belleza y el sosiego por las tierras de Castelao, no le impide al peregrino estar al día de la actualidad: no tiene arreglo su malestar , pues no conoce tormento mayor que la cultura, el saber, el estar y ser de la realidad, del mundo, de los días y sus miserias...
Y así, no desaprovecha la oportunidad de un día tranquilo, caluroso (por desgracia, llegaron esos días de julio de tanto calor, ¡hasta en Galicia!), para hacer las siguientes reflexiones, con motivo de la publicación de las dichosas balanzas fiscales territoriales...
En primer lugar, denunciamos el pobre lenguaje de la clase política y el deleznable sentir de la misma hacia lo que pueden suponer los intereses generales del país.
Y en segundo lugar, unos apuntes:
1. No tributan los territorios, sino los ciudadanos que en ellos habitan, producen y consumen.
2. Los territorios más prósperos, con mayor capacidad productora de riqueza y, por tanto, más desarrollados, evidentemente tributan más que el resto porque sus ciudadanos tienen rentas más altas; pero ello no implica que tengan que recibir proporcionalmente más del Estado, que recauda de todos los ciudadanos, independientemente de donde vivan, en su función redistributiva de rentas en forma de bienes y servicios universales y gratuitos para todos los españoles, como dice la Constitución, independientemente de donde residan.
3. Los territorios más desarrollados y que más contribuyen, por tanto, sus ciudadanos a las arcas del Estado (aunque los accionistas de una S.A. pueden vivir fuera de aquella comunidad o país donde tributan aquellas sociedades) los son porque existen mercados donde se consumen sus productos; por tanto, necesitan infraestructuras en aquellos mercados del consumo de sus productos que incremente su desarrollo económico y, por tanto, la capacidad de consumo de sus productos en aquellos territorios. En suma, reclamamos las balanzas comerciales interterritoriales para ver hasta qué punto los territorios menos desarrollados han necesitado desarrollarse para incentivar el consumo de los productos de los territorios que producen aquellos bienes y servicios y que conforman el PIB de un mercado determinado, en este caso, el del mercado único español.
4. Al menos la publicación de las balanzas fiscales ha tenido un efecto positivo: no es Cataluña ni el País Vasco, como nos han dicho una y otra vez desde aquellos territorios, los que más contribuyen a las arcas del estado, sino Madrid.
5. Y por último denunciamos la frivolidad de los políticos que en vez de preservar el mercado único español están jugando al cortoplacismo de su poder político, al que dedican su tiempo para conservarlo antes que para hacer felices a los ciudadanos a los que representan.