jueves, 29 de marzo de 2007

29 DE MARZO DE 2007

Caro Tiago:
Hace tiempo que no sé de ti, y eso, en los tiempos que corren, es buena noticia… Porque si estuvieses malo, si algo extraño te ocurriese, -no lo quieran los Dioses-, ya me habría enterado: es el lado optimista de ver las ausencias, los abandonos y las faltas; si nada sabemos de quien amamos es que todo va bien; de ir mal, seríamos los primeros en enterarnos… Así que supongo que te encuentras bien…

Pero si alguna vez te encuentras triste, con cierta melancolía y con cierta saudade, vente para el sur… Porque por aquí, si las mañanas son hermosas, por aquí, por el sur, ¡ay!, los atardeceres, por aquí, por el sur, con aquellos crepúsculos tan tardíos que nos trajeron los cambios horarios… Sí…, todo sucede por el sur.

Y si las mañanas son bellísimas por el sur, las tardes no quieren renunciar al día... Y las noches se nos hacen imposibles; tanto que ya no tenemos apetencias más allá del descanso: un nuevo soberbio amanecer en el sur nos espera...

Porque todo sucede en el sur. El gozo, el sosiego, la ternura… Y también la amargura, la tristeza y el desasosiego. Sí, todo sigue sucediendo en el sur…

Mí querido Tiago: si alguna vez te encuentras cansado, agotado, triste, y con saudades inciertas, vente para el sur. Tus padres saben de qué te hablo; tus padres también, cuando la saudade aprieta, cuando la melancolía oprime, retornan siempre al sur. Porque todo, en nuestras vidas, sucedió siempre en el sur…Besos

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