PRINCIPIO DE PETER

“En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse.”

(Texto del conocido como Principio de Peter, de Laurence J. Peter, que fue un catedrático canadiense de Ciencias de la Educación en la Universidad del Sur de California).

Yo creo que si viviera hoy -y en España-, y vista la gestión de la COVID por parte de la gran mayoría de nuestros impresentables dirigentes políticos, el Sr. Peter se reafirmaría en este su Principio, contrastado en el laboratorio español: todos sabían lo que los expertos les decían, que llegaríamos a esta terrible situación de saturación de la sanidad; sabían que tras los puentes y las navidades, con tanta permisividad y alentando a salir y consumir, se alcanzarían cifras récord de muertes y de colapsos sanitarios en el sistema de salud; sabían que se equivocaban, para más inri, pero ninguno quería mojarse con la libreta del coste electoral de toda medida calculando el desgaste de tomarla...

¿Y ahora qué?

¿Ahora de nuevo nos piden responsabilidad, la que nunca han tenido ellos?

¿Ahora, de nuevo, es que somos unos irresponsables y ellos unos benditos que nos alertaban mientras nos convocaban con luces muy bonitas y que nos decían que había que consumir en bares y terrazas y comprar, comprar, y comprar, todo aquello que no necesitamos y que era de todo menos salud?

¿No será que la mayoría de ellos son unos bandidos y que les importamos un pimiento?

¿No será aquello de Góngora, ande yo caliente?

Señores dirigentes políticos: salvo excepciones, que confirman la regla, ¡SON USTEDES UNOS IMPRESENTABLES, UNOS INCOMPETENTES, Y UNOS DESALMADOS! 

Sí, el Principio de Peter se ha consolidado en la España del siglo XXI.