miércoles, 20 de enero de 2021

UNA GRAN BATALLA GANADA POR LA DEMOCRACIA

Hoy es un gran día para la democracia, ese gran sistema político tan frágil como utópico: siempre he sostenido y sostengo que mientras haya un solo ciudadano sin igualdad de oportunidad como la del resto de seres humanos del mundo, la democracia seguirá siendo una utopía. En suma, la democracia no es una guerra ganada sino sucesivas batallas que se van ganando en pro de la igualdad de oportunidades como la verdadera igualdad para alcanzar todas las demás igualdades.
En ese desarrollo del sistema asistimos a vaivenes con intentos de regresar a batallas ya ganadas y no consolidadas precisamente por ausencia aún de aquella igualdad de oportunidades, una desigualdad que se agudiza en tiempos de crisis económicas y/o sociales, renaciendo aquellos intentos de regresar a las cavernas. Y por eso ganó Trump y por eso se extendió el trumpismo por el mundo...
Sí, hoy es un gran día para la democracia y lo celebramos los demócratas. Pero ojo, se ha vencido a Trump, no al trumpismo... El trumpismo, como consecuencia de las crisis sucesivas vividas por el mundo desde finales del pasado siglo hasta el presente, sigue vivo, muy vivo, en occidente. Desde España a Rusia; desde Grecia a Inglaterra... VOX, el PP de Casado-Aznar (Aznar, su padrino, fue el primer trumpista español; es verdad que unió a las derechas españolas para alcanzar el poder, pero en cuanto lo perdió ejerció cual Trump con fake news como aquello de ETA autora del 11-M y acabó rompiendo a la derecha con discursos y maniobras anti Rajoy y trumpistas hasta la actualidad), Ayuso, Puigi, Torra, Iglesias, Johnson, Putin, Le Pen, y tantos líderes centro europeos, son puro trumpismo: la mentira instalada en el sistema político, la corrupción de muchos medios de comunicación que los vociferan, control de poderes judiciales, excesivo uso de las alcantarillas del Estado para beneficio propio, etc...
Sí, estamos hoy eufóricos tras ver a Biden al fin jurando su cargo en el Capitolio, pero el trumpismo sigue muy vivo. Y ojo: Biden tiene una papeleta importante por delante, cual unir a un país muy grande y muy dividido porque es muy desigual, tanto entre territorios/estados federados, como entre sus clases sociales.
Y repito una vez más: no olvidemos nunca que la democracia sigue siendo la gran utopía del humanismo y que es una conquista permanente a largo plazo. Pero celebremos, al menos, que hoy se ha ganado una gran batalla.
P.D. ¿Y ahora qué hará Trump? Ojalá los republicanos acaben con él. Pero me temo que morirá matando, no recomponiéndose el republicanismo norteamericano, como sería el deseo de la mayoría de los demócratas del mundo.


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