jueves, 16 de agosto de 2018

UN DÍA POR EL MIÑO HACIA EL INTERIOR: EL RÍO FRONTERA...

11,45 horas:
A los pocos días de llegar a Galicia me pasé por un taller de ruedas: el coche tenía un escape de aire en una rueda. Al llegar al taller, iba oyendo unos cantes de Camarón. Viendo que el chico al meter el coche se quedaba quieto en el asiento le pregunté que qué ocurría...
-Nada, me dijo. Es que me he quedado un rato oyendo a Camarón.
-Vaya!, le exclamé. Eso sí que es sorprendente que guste el flamenco duro y puro en Galicia!..
-Me encanta, me dijo el joven...
Al cabo, y tras el arreglo, una chica muy simpática y guapa me atiende en el cobro y me acerca el coche... Y se repite la historia... y me dice que a su padre le encantaba y que siempre lo iba oyendo en el coche...
Esta mañana, tras conseguir una copia que me hizo el sobrino Celso, me acerqué al taller y les dejé la copia...
Ambos no salían de su asombro...
Yo recibí un sentido bienestar por dentro...
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15,40 horas:
Tras paseos por Lourido, enfrente de Combarro, en el otro lado de la Ría de Pontevedra, entré de nuevo en Portugal, tan cerca y tan urgente...
Como pastel de bacalao en Lua do Mel y de postre un café expreso con un pastei de nata; y agua mineral Pedras, tan cercana a mi inigualable Vichy Catalá...
Sigue haciendo calor, pero no es el calor del sur. Sobre todo, refresca en la noche...
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19,58 horas:
Hoy anduve, como ya he señalado, por las playas más cercanas a Pontevedra, las de Lourido, y tras un aperitivo con mejillones y cangrejos entré de nuevo en Portugal, por su norte, por su frontera con España a través del Miño...
Desde Valença do Minho, donde degusté un bacalao exquisito, alcancé Monçao, una hermosa villa fortificada como Valença y enfrente de Salvaterra do Miño (España), separadas por el Miño...
Como quiera que me fue imposible aparcar en Monçao por mor de unas fiestas locales que ocupaban todos los espacios, me prometí regresar lejos del verano, donde siempre a contracorriente y donde la vida más calma y ad hoc...
¡Qué hermosas las tierras de Portugal!!!
¡Y cuánto disfruto en ellas!!!
En el regreso, y a través de la radio del coche, supe de la muerte de Aretha Franklin, fatalidad que era de esperar desde hace unos días... Al fin ya descansa en paz una voz que forma parte inevitable de nuestras vidas y como tal permanecerá eternamente mientras vivamos...
¡Qué grande fue y qué grandes sus inolvidables temas!!!








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