PONTEVEDRA, UNA CIUDAD AMABLE...

7 DE AGOSTO 2018

13,10 horas.
Estoy tomando el aperitivo en el hotel donde la oficina gallega. Al fondo, un grupo de señoras mayores de las llamadas PTV (de Pontevedra de Toda la Vida). Cotillean sobre sus males y bondades; viudas o solteras, no esperan a hombre alguno...
Una de ellas comenta que está en Sanxenxo (Sanjenjo, porque no les gusta eso del gallego: ¡¡¡pobre Rosalía de Castro, con el esfuerzo para con O REXURDIMENTO del gallego!!!) y ha venido a la ciudad para comprar no sé qué cosa. Las PTV veranean en Sanxenxo desde hace décadas, una población con buen clima pero, quitando el paseo de su playa, es un pueblo feo... Quiere ser lo que Marbella para Málaga, pero al menos Marbella mantiene un pueblo hermoso...
Y sé de sus asuntos porque hablan muy alto, eso tan español como la tortilla de patatas que me han puesto de aperitivo.

Se incorpora una última señora que llega escandalizada con la gamberrada del grafiti en la catedral de Santiago...

Y así fue pasando la mañana y la primera tarde, mientras la ciudad me acoge ya con climas y luces agradables y apetecibles...

16 horas más o menos.
Paseo por la ciudad tras un agradable remate en el comer en un local divinamente decorado con motivos que imitan a una vieja fábrica de cervezas. Los chicos (gente muy joven) son encantadores. Y me tomé unos albariños exquisitos...
Y siempre una misma conclusión: la ciudad de Pontevedra es la ciudad de mayor calidad de vida de toda Galicia...

Para celebrarlo, un café descafeinado con un 'petit croissante' y un gin-tonic en los aledaños de la Iglesia de Santa María...

Y así, en la segunda tarde, decidí recogerme en paz...