lunes, 3 de abril de 2017

A MODO DE DESCARGO

Lo hice en su día, en los años difíciles por necesarios, por obligados, por urgentes... Allí estuve, donde creí que hacía falta... Luego, mediados los 80, por mor de la escasez, ese principio económico del coste de oportunidad que llamamos los economistas, eso de lo escaso del tiempo y ciertas derrotas en forma de decepciones, esas cosas de los humanos que me superan, lo dejé; tenía mucho trabajo, mucha dedicación, muchas horas en elaborar planes, decisiones, estrategias y retos profesionales; y sí, pues sí, tuve que dejarlo, aparcarlo: la profesión, mi vida profesional y mis asuntos, me empujaban y me exigían toda la prestancia, todo el tiempo, todos los asuntos...
Pero nunca me traicioné ni nunca los traicioné... Y aquellos, los compañeros que conocí, desde entonces son todos amigos; de los de verdad, los que nunca te piden explicaciones, salvo apoyo en momentos delicados de ausencias...
Y siempre los voté y votaré: mis convicciones son profundas y muy elaboradas en horas dedicadas a ello... He sido coherente, lo coherente que se puede ser en el mundo de hoy; y siempre; al menos hasta ahora...
Una querida amiga me preguntó hace unos días que por qué no regresaba... Le contesté que no era la opción, sino salir a la realidad, la urgente, la de la calle, la única; no la inventada ni la soñada por entonces... Y mientras no se salga del ombliguismo de muchos no habrá otro futuro como el que hubo en su día: El mundo ha cambiado, pero muchos se resisten a reconocerlo: les va bien así, como un derrotismo cómodo...
Con los años, y las caídas, aparecieron los oportunistas de salón disfrazados de corderos mansos que querían aparentar lo nuevo; pero sólo se trataba de un carnaval del pasado ya fracasado; de hecho, sólo ha bastado un par de años para desenmascararlos...
Mientras tanto, los de siempre, los herederos de aquellos del silencio, se hicieron fuertes... Y muchos de los que en su día eran de los míos cayeron en la trampa: acusar a los propios en vez de denunciar la incompetencia y el oportunismo populista de los otros, los de todos los pasados disfrazados de derecha democrática, siendo franquistas aún en sus formas y modos, y de aquellas aparentemente novedosas alternativas, cuando sólo se trataba de salvadores 'déjà vu' al calor de la crisis alentados por dirigentes ocultos, fracasados y resabiados...
Y en estas llegó el error de las primarias en el PSOE (ya sabéis que sostengo que las primarias sólo deben serlas para elegir candidatos electorales, no para cargos orgánicos) y el error de ZP de agotar la legislatura y no convocar elecciones el 10 de mayo famoso de 2010. Y en esas estamos tras varios fiascos (Rubalcaba, Sánchez) que tampoco supieron gestionar la compleja realidad que tenían por delante...
En cualquier caso, no sé qué sucederá ni quién será el nuevo Secretario General del PSOE, pero el PSOE ha demostrado ser el partido político más democrático que hay en la realidad española; se dirá que está dividido, como si lo social fuese fácil, como si las relaciones humanas fuesen dóciles y sumisas... Y ya hay calendario, normas, para aquellas primarias. Y de seguro que se acertará: la verdad no existe salvo en un consenso mayoritario. Y se demostrará una vez más que después de este proceso el PSOE seguirá siendo el partido fundamental para cohesionar y articular la sociedad española en su complejidad social y territorial...
Para entonces, todo será olvido... Pero de seguro pocos reconocerán que se habían equivocado... Yo, no olvidaré; sobre todo no olvidaré que prefiero un PSOE debatiendo con coraje en busca de una cierta verdad, a aquellos que sólo están dispuestos a decir que 'sí' a lo que diga el jefe, y/o a la tierra quemada a su alrededor con tal de que nadie le haga sombras...
Sí, sólo ha sido una especie de descargo...

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