sábado, 21 de mayo de 2016

VIAJAR TE ABRE LOS OJOS

Llevo unos días de viaje, esas mis formas de abrirme para vivir, de salir huyendo cuando me ahoga el aire más cercano…
Y atravesar y vivir las Españas te abre mucho los ojos: España no funciona; la sociedad española está presa de un pasado que no reconoce como erróneo y necesita imponer su verdad, la verdad de cada cual, su relato, al resto de las otras Españas, esas que existen y que no son Una, ni Grande, ni Libre de sus mentiras históricas y sus maldades.
No somos un país, somos una amalgama de individualidades cada uno de su padre y de su madre y con una devota displicencia hacia lo público, no somos la ciudadanía y la decencia humanas que trajo la Ilustración, aquella que no cuajó sino en una minoría elitista y enferma de melancolía ante el fracaso de sus ideas…
Llevo una semana en Castilla; la profunda de Salamanca, de Tordesillas, de Toro y Zamora; con una escapada a Valladolid, la catalogada como Fachadolid. Hay que venir a Castilla La Vieja para entender a España y para comprender por qué el PP volverá a ganar las elecciones… Esta España que no termina de enterrar las Españas porque no les interesa a los que las manejan en cada territorio de España… La guerra de banderas con motivo de la final de la Copa del Rey, con un Ministro del Interior intentando recolectar votos en esa España profunda que los sustenta, favorece una vez más a los independentistas catalanes, que sin querer (¿o queriendo?) se aprovechan también del mediocre ministro y todos contentos; salvo los españoles, que asistimos a debates inventados sólo por meros intereses electorales de mediocres que ponemos ahí para eso, para seguir nosotros también en nuestra mediocridad en un país en permanente campaña electoral y donde nada luego decide tras ellas…
Lo digo y lo repito: España es un país fallido como Estado. Nada más tenemos que ver lo ocurrido en el incendio de neumáticos de Seseña… El Seprona alertó del riesgo de incendio hace dos años. Y aparece el Gobierno de España acusando a la nueva administración del incendio, una administración que vuelve a manos socialistas y que apenas lleva un año en el poder. En cualquier caso, es un síntoma de que el Estado no funciona. Ante un hecho así hay que solucionarlo en su momento, no cuando sucede y acusando al otro; el Estado son todas las administraciones públicas, no reinos de taifas de cada partido o dirigente que lidera aquel territorio.
Y para más inri, cuando hay problemas financieros para el mantenimiento del gasto en pensiones, pues vamos gastando la hucha de aquellas y proponemos una bajada de impuestos, en vez de crear un nuevo impuesto que complemente aquellas insuficiencias en la prestación de las pensiones. En todos los países democráticos, cuando las cotizaciones sociales no son suficientes para financiar las pensiones, se implantan tasas para ese fin. Pues nada, el Gobierno ausente, como está en campaña, anuncia que bajará los impuestos…
¿Pero esto es serio?
Lo dicho: un país dividido, una sociedad de pícaros y un estado fallido.
Y por cierto, la corrupción es social, económica y moral, y, en consecuencia, política. Es la sociedad la enferma, no la que llaman “clase política” en tonos despectivos, como si fuesen bichos raros caídos del cielo…
Mirémonos al espejo y dejémonos de acusar al otro, eso tan español de la fanfarronería y la mediocridad.

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