Siendo verdad que el problema catalán es el que en el fondo ha impedido que Sánchez hubiese sido investido Presidente del Gobierno de España, toda vez Podemos era preso de sus socios catalanes, lo que ya no alcanzo a entender es por qué todo el empeño de Podemos sea el sorpasso al PSOE y no el romper con un soberanismo reaccionario y corrompido: el soberanismo catalán es una cortina de humo para tapar las vergüenzas de sus gestores.
Y sí, hay que tender puentes para reconvertir la situación y resolver el problema territorial de España. Pero los interlocutores no pueden ser los que han roto los puentes que ya había: ni el PP de Rajoy ni los socios catalanes de Podemos pueden ser aquellos necesarios interlocutores que tiendan nuevos puentes para una solución estable y definitiva del problema catalán.
Por tanto, me temo que el 26-J no va a solucionar el problema institucional catalán que es el que está condicionando el callejón sin salida en el que está metido España.
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