sábado, 16 de mayo de 2015

DELICIOSO LIBRO...

"Mis amigos piensan que no soy, precisamente, un genio de los negocios. Y es verdad que, a lo largo de mi vida, he convertido en literatura -en mala literatura- todo cuanto gané con mi trabajo de galeote y todo cuanto heredé de mis antepasados.
Los idiotas solemos consolarnos con el recurso de la honradez. Pero, si uno no hubiese sido educado en los principios de la honestidad, podría ser propietario de algo. Por ejemplo, de los bastones de Liszt.

(...)

Cuando el 31 de julio muere en brazos de su hija Cósima deja una herencia de franciscano: una sotana, varias mudas de camisas y seis pañuelos...
Dejó también, en su casa de Weimar, algunos bastones. Yo no me atreví a llevarme aquel que me había ofrecido mi vieja amiga. Y la última vez que he visitado la casa, en el año 2003, pregunté por los bastones. 'Estaban muy estropeados -me explicó la nueva encargada del museo-. Y los han retirado. Será difícil que vuelvan a arreglarlos'.

Si uno no fuera idiota podría tener en casa un bastón de Liszt, aunque sólo fuese para regalarlo a un músico pobre con ideales de dandi. Pero esas cosas van a parar siempre a otras manos: gente seria que no cree en las vanidades de los artistas..."

Mauricio WIESENTHAL (Libro de Réquiems. Edhasa. Barna. 2009)


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