lunes, 26 de enero de 2015

GRECIA, DONDE TODO EMPEZÓ

Ayer se celebraron al fin las elecciones en Grecia. Y como anunciaban las encuestas, ganó Syriza. Un triunfo ajustado y del que nos hemos alegrado todos los progresistas de la vieja Europa. Pero cuidado, que no basta con ganar para salir de este formidable embrollo en el que nos encontramos...

Como llevamos señalando a lo largo del día, la deuda pública griega alcanzó el 176,00% del PIB en 2014; para saber de qué hablamos, la deuda pública española, por ejemplo, es del 96,8% del PIB. La tasa de paro griega está por encima del 26%, y el país está intervenido por la UE tras solicitar Grecia su rescate, rescate que sigue pendiente de rematarse con un tercero y que previsiblemente se llevará a cabo en las próximas semanas si llegan a buen fin las negociaciones con la Troika.

Por otro lado, Syriza ha obtenido, pues, una casi mayoría absoluta; pero con sólo el 35% de los votos, dato a a tener en cuenta siempre porque la otra parte negociadora también tiene ese mismo dato. Y para colmo, Grecia es un país con una escasa productividad en términos competitivos; y si quiere crecer para crear empleo (tiene una tasa de desempleo superior a la española) eso requiere mucho esfuerzo colectivo; y, cuidado, no sólo en ajustes salariales; una mayor productividad no sólo se alcanza con ajustes salariales; hay otros muchos cuellos de botella que impiden crecer la productividad...

En suma: Syriza tiene por delante una tarea muy difícil. Negociar con la Troika en estas condiciones no es fácil, pues a su mala situación económica y financiera se une el que se trata de un país de poca monta -11 millones de habitantes y con un PIB per capita menor que el PIB per capita andaluz- y para colmo, con una escasísima productividad…
Una cosa si tienen a favor: que Alemania, al estar la zona euro prácticamente estancada, ya es consciente de que la UE tiene que cambiar el rumbo de su política económica, como ya ha dejado entrever el BCE con sus nuevas medidas tomadas estos pasados días…

Pero para Syriza ahora empiezan los problemas… Y con el tiempo, cuando sus electores vean que la cosa va lenta y con frustraciones varias, Syriza será acusado de traidor, como le ha pasado al PSOE en España… Y será la prueba del nueve de que no es que la socialdemocracia europea se haya pasado al enemigo (argumento de una simpleza insultante), o que haya abandonado su ideario, más insultante aún; será la prueba de que el mundo que hemos construido hace aguas por todos lados, que la UE no funciona, que las naciones no son nada hoy sin grandes zonas de cohesión política; que hacen falta cambios institucionales profundos en la vieja Europa, que es necesaria una Europa Política, no sólo monetaria, y que hace falta más rigor intelectual y menos oportunistas…

Y una coletilla final: Syriza (lleva presente en las instituciones griegas desde antes de 2009) no es Podemos. Como tampoco Grecia es España...

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