Poco a poco pasan estos espantosos días de navidad...
Cuando, al menos, parecieran primaverales...
Y tras asistir a un inevitable entierro, regresé para el aperitivo a uno de esos lugares donde, cerca ya de casa, uno siempre desea estar...
Allí donde verdes pinares miran siempre al moro, y donde celestes de mar y de cielos los protegen...
Cuando, al menos, parecieran primaverales...
Y tras asistir a un inevitable entierro, regresé para el aperitivo a uno de esos lugares donde, cerca ya de casa, uno siempre desea estar...
Allí donde verdes pinares miran siempre al moro, y donde celestes de mar y de cielos los protegen...
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